La Habana, (PL) La pérdida parcial o total del sentido de la vista es una realidad que lacera la capacidad visual de alrededor de 285 millones de personas en el mundo.
Por eso, no son pocos los especialistas que mantienen activo el campo de las investigaciones para garantizar una estancia más placentera de los seres humanos en la tierra.
Esos estudiosos no sólo se encuentran en la esfera de la medicina, sino también en el mundo empresarial, como sucede con el presidente de la empresa italiana de maquinarias e instrumentos para óptica, Comes-Italy, Giovanni Colombo.
Nuestra firma es la más antigua del sector, que nació en 1936 por manos de mi abuelo, y la filosofía es realizar máquinas capaces de trabajar 24 horas diarias con un concepto industrial, dijo Colombo en declaraciones a Prensa Latina.
La fabricación de lentes requiere del Alloy, metal muy costoso en el mercado internacional (150 dólares por kilogramo). En tal sentido, Comes-Italy ha optimizado el uso de ese material, reduciéndolo hasta 1 milímetro, cualidad que convierte a la entidad en los únicos fabricantes en lograrlo.
De esta manera, los tiempos de producción de cada lente se han acortado hasta cinco minutos aproximadamente con el uso de nuestra tecnología, expresó el empresario de la nación europea.
Las máquinas Comes complementan la elaboración de lentes de prescripción oftálmica, contribuyendo al mejoramiento de los servicios de la óptica, abreviando la etapa de entrega de los espejuelos a pacientes necesitados, señaló.
Por eso, invertir en nuestros productos resulta muy rentable y eficiente para el sector de la óptica, dijo el directivo italiano, que celebró la presencia de sus productos en casi todos los países del mundo.
A propósito de la existencia en naciones de América Latina y el Caribe, elogió la instalación de su tecnología en la República Bolivariana de Venezuela y la mayor isla de las Antillas.
Particularmente, nuestra firma ha garantizado en estos 40 años de relaciones comerciales, la sostenibilidad de todas las máquinas adquiridas por Cuba, equipamiento con el que la nación caribeña se posiciona similar a los países de la región y los más desarrollados de Europa, subrayó.
"Hemos ajustado los softwares como un traje a la medida de las necesidades del sistema cubano de ópticas, ya que los mismos son compatibles con las maquinarias de otros fabricantes y están libres de royaltyes (pagos por cada utilización)".
Comes-Italy presentó este mes en La Habana un nuevo aparato para perfeccionar los servicios oftalmológicos de la isla, la cual se dedica a la coloración, tratamientos antireflejos, hidrofóbicos y reflejos para las lentes de la sublimación de metales.
"Para nosotros, es un orgullo ser proveedores del sistema de salud publica nacional, pues es reconocido mundialmente como uno de los más avanzados, con acceso a primera tecnología".
Colombo aseguró que los técnicos Comes dan un servicio de llave en manos, desde el principio al fin. Tratamos de ser parte de ese proceso, para no crear conflictos de responsabilidad, afirmó.
La estrecha relación de trabajo con la empresa italiana Comes ha permitido la introducción de tecnología de punta en la mayor isla de las Antillas.
Hoy por hoy constituye una satisfacción el establecimiento en varias localidades cubanas de las máquinas de esa entidad europea, dijo en declaraciones a Prensa Latina Pedro Lacorte del Toro, técnico contratado por el Centro Nacional de Electromedicina para la instalación y servicios post-venta de los equipos Comes.
En tal sentido, ya se puede apreciar un total de 60 máquinas funcionando en todo el país, aplaudió el especialista. En proceso final de instalación existen 108 en las provincias de Camagüey, Matanzas, Holguín, Mayabeque y La Habana, agregó.
Con esa inversión se empezó a producir en la mayoría de los laboratorios de la mayor isla de las Antillas lentes orgánicas, o sea, dejamos atrás el vidrio que es menos duradero, aplaudió.
Lacorte del Toro elogió la más novedosa tecnología COMES presente en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, con un laboratorio completo de producciones Freeform.
Ese taller tiene como ventajas la reducción de costos asociados a la producción, haciendo el proceso muy económico, más rápido y con una mejor calidad en la producción de las lentes progresivas, con excelentes resultados en los procesos de adaptación del paciente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), del total de personas con discapacidad visual en el mundo, 39 millones son ciegas y 246 presentan baja visión.
En términos mundiales, los errores de refracción no corregidos constituyen la causa más importante de discapacidad visual, pero en los países de ingresos medios y bajos las cataratas sigue siendo la principal causa de ceguera, considera la OMS.
Según la agencia de las Naciones Unidas, el 80 por ciento del total mundial de casos se pueden evitar o curar.