El trópico ante el cambio climático
Por Lorenzo Oquendo
El cambio climático es permanente en el mundo de manera sostenida e irreversible por estos tiempos porque no disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero, al contrario, aumentan con los correspondientes impactos procedentes de irregularidades atmosféricas.
En las regiones tropicales es donde más se afectan los ecosistemas por agresiones del clima debido a desventajas económicas y pobrezas apreciables que impiden avances de enfrentamiento con acciones de mitigación y adaptación ante variaciones del clima.
De acuerdo con la revista Nature creada en 1869 y primera de su tipo en Gran Bretaña los trópicos son los primeros en superar los límites históricos de temperatura, debido a que olas de calor continuas amenazan la biodiversidad de esa región geográfica con afectaciones a los países más poblados y de menores recursos para las adaptaciones a los impactos del cambio climático.
Este pronóstico y alerta fundamentan su definición concreta porque aún no están en aplicaciones los acuerdos establecidos por la cumbre de Naciones Unidas en París, Francia, a finales de diciembre del 2015 donde se precisó impedir que la temperatura global sobrepase los dos grados centígrados, sin embargo, todavía continúan en aumento las emisiones de gases de efecto invernadero con la utilización de combustibles fósiles en las industrias y poco avance de implantación de fuentes renovables de energía.
Se pronostica científicamente que en los venideros 10 años las zonas tropicales situadas en los 23.5 grados de latitud norte y sur del Ecuador serán las primeras que experimentarán climas de temperaturas nunca antes ocurridas en sus fuertes y altos calentamientos ambientales.
Incluso las mediciones de evaporación y precipitaciones lluviosas en los océanos indican incremento de absorción de dióxido de carbono (CO2) con la correspondiente acidez de las aguas y correspondientes afectaciones en los trópicos donde es mayor la diversidad mundial de especies marinas que incapaces de adaptación a esa irregularidad del entorno se desplazan hacia otros ecosistemas de mayor protección vulnerable.
Sin embargo esas migraciones de especies marinas ante el cambio climático tienen igualmente el agravante que en el nuevo espacio natural sea inconsecuente su adaptación y desaparezcan irremediablemente.
Para que tengamos idea de la temperatura global actual es preciso remitirse a los estudios que realizan científicos de la Universidad Estatal de Oregón en Estados Unidos, quiénes obtuvieron como resultado que la última interglaciación ocurrida entre los 116 00 y 129 000 años anteriores reportó temperaturas igualmente cálidas a las de nuestra época, período aquel estimado como uno de los más calurosos del planeta.
Ante este panorama con espacios también para la incertidumbre se revela no obstante, el aspecto verídico y real de los efectos de irregularidades climáticas con pronósticos de riesgos, peligros y alta vulnerabilidad provocadas irónicamente por los propios humanos, muchos en negación completa de sus responsabilidades para accionar ante esa adversidad que está presente y avanza hacia las situaciones mas críticas ambientales.
Y entonces, son los trópicos reitero las zonas de mayor impacto climático en sus ecosistemas sin dejar de razonar que otras regiones del mundo tienen igualmente afectaciones como en Groenlandia y la Antárdita, donde las capas de hielo disminuyen gradualmente con el aumento de temperatura de aguas marinas de los océanos en peligrosas inundaciones terrestres.
En las regiones tropicales el futuro es cierto con el cambio climático donde se impone la preparación adecuada y de prevención para disminuir afectaciones con evidentes consecuencias presentes y futuras, que pueden convertirse en irreversibles a medida del aumento de contaminación atmosférica e impactos materiales y humanos en la diversidad ambiental
de esas regiones tropicales de nuestro planeta siempre en riesgo climático.
