Por Manuel E. Yepe (Exclusivo para el diario POR ESTO! de Mérida, México.)
“Dos de los más grandes revolucionarios del mundo — José Martí y Ho Chi Minh, vivieron algún tiempo en los Estados Unidos. Ambos tenían profundos conocimientos acerca de la historia y la cultura estadounidenses. Ambos vieron el lado oscuro de esa nación, pero también advirtieron gran potencial revolucionario en los ideales democráticos de Estados Unidos.
El vietnamita Ho Chi Minh escribió sobre el Ku Klux Klan y los linchamientos, y el cubano José Martí advirtió en el siglo XVIII contra las evidencias del advenimiento próximo del imperialismo en Norteamérica”.
La cita pertenece a un libro titulado “Vietnam y otras fantasías americanas”, del multipremiado académico y escritor de temas históricos culturales Bruce H. Franklin (n.1934).
El libro de Franklin intenta demoler fantasías, mitos y mentiras en las que cree la mayoría de los estadounidenses acerca de la relativamente reciente Guerra de Vietnam, mediante la recuperación de la verdad sobre lo que en verdad fue la guerra imperialista contra los pueblos de Vietnam, Laos y Camboya, que fuera rechazada por una heroica lucha de decenas de millones de estadounidenses.
La narrativa dominante actualmente en Estados Unidos sobre esa guerra dice que había una nación democrática llamada Vietnam del Sur, y otra maléfica llamada Vietnam del Norte que formaba parte de una dictadura imperial comunista. Vietnam del Norte quiso invadir Vietnam del Sur.
Por ser Estados Unidos el líder del mundo libre y defensor de la democracia en la Tierra, tuvo que acudir en defensa de Vietnam del Sur en 1965 y se vio empantanado en un atolladero. No pudimos ganar la guerra porque luchábamos con una mano atada a la espalda, por culpa de algunos estudiantes universitarios movilizados por veteranos profesores izquierdisantes y la actriz Jane Fonda”.
Franklin aclara en su libro que Vietnam era un solo país, no dos países. La guerra de Estados Unidos contra Vietnam comenzó en 1945, no en 1965. El movimiento contra la guerra se Inició por soldados y marineros estadounidenses que eran su vanguardia y que finalmente imposibilitaron a Washington continuar la guerra en 1945.
Entre 1945 y 1975 la revolución de Vietnam fue vanguardia de la lucha global contra el colonialismo que trajo la independencia a la mitad la población mundial. Durante esas tres décadas, EEUU luchó para preservar el colonialismo y se convirtió en el líder del neocolonialismo, forma postrera del imperialismo en el mundo.
Franklin recuerda la verdadera historia del día de la rendición de Japón, el 14 de agosto de 1945, acudiendo a sus experiencias de aquel día, cuando él apenas tenía once años de edad, montando en una camioneta repleta de niños en alegre celebración por la calles del barrio de Brooklyn en el que entonces vivía. “Creímos en un futuro de paz y prosperidad, bien distinto al de una nación siempre en guerra como el que ahora nos toca vivir”.
Ese día de agosto fue el comienzo de la revolución en Vietnam, cuando el pueblo vietnamita se alzó y, en menos de tres semanas, derrotó la dominación japonesa y francesa, y logró establecer la República Democrática de Vietnam.
El 2 de septiembre, Ho Chi Minh leyó la declaración de la independencia ante medio millón de vietnamitas en Hanoi, la antigua capital de una nueva nación que había estado luchando por su
independencia por más de 2000 años.
De repente, dos aviones de combate aparecieron encima de la multitud. Cuando los vietnamitas reconocieron insignias de Estados Unidos en los aviones lanzaron gritos de alegría.
Creían que los estadounidenses eran sus amigos y aliados, y que ellos eran los campeones de la libertad y la independencia del colonialismo.
Pero, en esos momentos, Washington conspiraba con París para lanzar una invasión contra la República Democrática de Vietnam que restauraría el dominio colonial francés. Estados Unidos suministraría las armas y la financiación. Éste, puntualiza Franklin, fue el verdadero inicio de la guerra contra Vietnam y señala el principio del movimiento del pueblo de EEUU contra esa guerra.
Las tropas británicas que habían sido enviadas a Saigón para desarmar a las restantes fuerzas japonesas, en vez de hacer esto, rearmaron a los japoneses recién desarmados por los vietnamitas.
Pronto los japoneses se unieron a los británicos y a los remanentes de las fuerzas coloniales francesas para guerrear contra la nueva nación independiente declarada en Vietnam.
Cuando Washington decidió más tarde reemplazar a Francia en la guerra contra Vietnam, una feroz oposición de la ciudadanía lo impidió y, por tal motivo, la participación militar directa de EEUU tuvo que ser inicialmente encubierta.
Bruce H. Franklin recuerda que aunque fue la lucha de los vietnamitas lo que derrotó a EEUU, el movimiento contra la guerra, especialmente en las fuerzas armadas, fue lo que finalmente obligó a Washington a firmar un Tratado de paz que incluyó, palabra por palabra, cada demanda de las vencedoras fuerzas de liberación vietnamitas.