La Habana, 23 may (RHC) En ocasión del Aniversario 50 de la lucha del Che y sus compañeros en Bolivia, Cuba recuerda a Roberto Peredo Leigue, alias Coco, y le rinde sentido homenaje por dedicar su vida a la revolución latinoamericana.

Un día como hoy pero de 1938 nace Coco en la ciudad de Cochabamba, en el departamento del mismo nombre, pero su familia pronto se traslada a la ciudad de Trinidad, en el departamento del Beni.

Activo dirigente estudiantil de ideas marxistas, participa en la fundación del PCB en el Beni. En 1953 se traslada a La Paz, donde desempeña distintas tareas para la creación de la Juventud Comunista en la ciudad.

Por sus actividades políticas, desde los dieciséis años es encarcelado varias veces, lo que lo obliga a tener que operar clandestinamente. 

Es elegido en dos ocasiones miembro del Comité Regional del PCB en La Paz. Colabora activamente en la creación del movimiento guerrillero peruano y en la organización de la guerrilla de Salta, en Argentina.

En la comisión militar del Partido participa en la selección de los futuros cuadros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia.

El PCB lo envía a Cuba para recibir entrenamiento militar y en 1966 le encarga la organización de la guerrilla boliviana; para ello comprará las fincas que servirán como campamento inicial del núcleo combatiente. Antes de incorporarse de manera definitiva a la columna guerrillera vuelve a La Paz para despedirse de su familia.

En la ciudad entra en contacto también con el PCB, cuya dirección duda entre emprender o no la lucha armada; las promesas incumplidas del PCB no logran detenerlo en su intento de unirse al destacamento guerrillero. Es asignado a la Vanguardia. Combate en múltiples acciones y es segundo jefe en la toma del poblado de Samaipata, una de las operaciones más exitosas de la guerrilla. Junto a Miguel y Julio cae en la emboscada del Batán, cerca de La Higuera, el 26 de septiembre de 1967.

El Comandante Ernesto Che Guevara escribe: “Muere en la sorpresa de La Higuera, junto con Inti los mejores proyectos bolivianos. Era una garantía en todo sentido, arrojado en el combate y de una alta moral. La pérdida más grave luego de la de Rolando”.1

Inti, hermano mayor de Coco y también guerrillero en Bolivia, deja en una de las páginas más hermosas de su diario boliviano, Mi campaña con el Che, el recuerdo conmovedor de su hermano:

Coco y yo éramos —si así cabe decirlo— más que hermanos. Camaradas inseparables de muchas aventuras, juntos militamos en el Partido Comunista, juntos sentimos el peso de la represión policial en muchas oportunidades y compartimos la cárcel, juntos trabajamos en Tipuani, juntos recorrimos el Mamoré, aprendimos agricultura y pasamos largas jornadas cazando caimanes, juntos ingresamos a la guerrilla. En esta nueva aventura no lo veré a mi lado, pero siento su presencia, exigiéndome cada vez más. Un día, conversando en el monte, a propósito de la muerte de Ricardo [Papi], que produjo un fuerte impacto en su hermano Arturo, Coco me dijo: “No quisiera verte muerto, no sé cómo me comportaría. Afortunadamente creo, que si alguien muere primero, ése seré yo […]”. Coco era un hombre muy generoso, capaz de emocionarse y llorar como un hombre por un ser querido, como lo hizo el día que murió Ricardo. Yo no lo vi morir. Tampoco derramé una lágrima, por una cuestión de carácter, me cuesta mucho llorar. Pero no por eso el dolor, el sentimiento y el afecto por un hombre tan querido es menos intenso”.2

1 Ernesto Che Guevara: El Che evalúa a sus hombres, edición de Carlos Soria Galvarro, en: El Che después de 28 años, Editorial Serrano Ltda., Cochabamba, Bolivia, 1999, p. 235.
2 Inti Peredo: Mi campaña con el Che, 5.ª edición, Los amigos del Libro, La Paz, Bolivia, 1970, p. 13