por Francisco G. Navarro
En la fachada neoclásica del palacio Municipal de la ciudad cubana de Cienfuegos flamea cotidianamente un homenaje de Cuba a Francia y su Revolución, de cuyo inicio se cumplen hoy 228 años. Se trata de la bandera local, cuyos colores son idénticos a los de la enseña de la República gala.
A los valores arquitectónicos que realzan el entorno de la antigua Plaza de Armas, núcleo del centro histórico inscripto por la Unesco desde 2005 en la lista del Patrimonio Mundial, se suma el ondear de un pabellón cienfueguero de gran formato, que enseguida acapara la atención de los visitantes foráneos.
La semejanza entre ambas banderas está más que justificada en el hecho de que Cienfuegos, 240 kilómetros al sudeste de La Habana, cuenta con la singularidad histórica de constituir la única población cuyo núcleo original fue fomentada por colonos franceses en la América bajo dominación colonial española.
En el origen de los dos estandartes también existe una concordancia guerrera y patriótica.
Si el marqués de Lafayette diseñó en 1794 el 'drapeau tricolore' para que guiara a las fuerzas de la libertad en plena Revolución Francesa, la poetisa cienfueguera Clotilde del Carmen Rodríguez dibujó y cosió la bandera de su ciudad y la entregó a sus compatriotas el día que marcharon a la primera guerra por la independencia, contra el yugo colonial español, el 7 de febrero de 1869.
Conocida en el Parnaso cubano con el sobrenombre de La Hija del Damují, en alusión al principal río de la región centro-sur de la Isla, la lírica Rodríguez hizo llegar el pendón a su coterráneo Federico Fernández Cavada (1831-1871), líder de los sublevados cienfuegueros que alcanzaría los grados de mayor general y jefe del Ejército Libertador.
Al teniente coronel Germán Barrio Howard, primo hermano de Fernández Cavada, le cupo el honor de ondearla por primera vez en los campos de Cuba libre, cuando los patriotas de la región central de la Isla secundaron la revolución independentista iniciada por el hacendado oriental Carlos Manuel de Céspedes en su pequeña fábrica de azúcar La Demajagua, el 10 de octubre de 1868.
La bandera de Cienfuegos dispone de izquierda a derecha sus tres rectángulos, azul, blanco y rojo, en el mismo orden que la enseña nacional de los franceses, pero a su vez incorpora otros elementos semióticos.
Como un mensaje de cristiandad su creadora inscribió una cruz blanca sobre el fondo añil del primer tercio.
La franja central blanca sirvió de soporte al escudo de la ciudad, creado en 1831 por Agustín de Santa Cruz, su primer benefactor.
En la faja roja Clotilde del Carmen incrustó una estrella solitaria, y blanca como los dos triángulos que la rematan.
Cielo, pureza y sangre se entrelazan en los significados de la insignia local de Cienfuegos en la misma proporción presente en la de la nación cubana, estrenada en la ciudad de Cárdenas (oeste) por el general venezolano Narciso López, el 19 de mayo de 1851.
(PL)
