La historia de los pueblos es como un laberinto lleno de desafíos y ensoñaciones. No se puede recorrer con atavismos ni siguiendo esquemas lineales. Uno de sus encantos mayores es que está llena de acontecimientos y figuras de enorme significación, aunque muchas veces quedaran relegados en el tiempo.
La búsqueda, el redescubrimiento y la investigación, por tanto, son empresas impostergables en el afán de adentrarnos en nuestras raíces. Sin ellas, la savia que nos nutre, no solo no se puede entender el presente sino que andaríamos a la deriva en el diseño de nuevos horizontes.
Una de las áreas geográficas preñada de magia en cualquiera de los ámbitos (tanto que lo real y lo idílico se entretejen de tal forma que muchas veces no se pueden deslindar las fronteras) es el Caribe. Se trata de un espacio uncido por componentes de la más variada procedencia, los cuales en el crisol de un intenso bregar a lo largo de siglos propiciaron sentimientos identitarios que nos distinguen y fortalecen.
Queda aún mucho por desandar en el recorrido que nos permita acceder a ese tronco que nos cobija pero, sin discusión alguna, hemos dado pasos en la dirección correcta, garantes a su vez de trazar una ruta hacia un tiempo cualitativamente superior, donde los valores humanos se erijan por encima de los intereses espurios que pretenden dividirnos.
Cuba y el Caribe, desde múltiples prismas, somos la misma cosa. No hablo únicamente de la posición que ocupamos en el globo terráqueo. Se trata de nexos de hondo calado, con el vigor de ceibas y caguairanes, capaces de resistir cualquier embate.
En el plano político-diplomático una fecha adquiere dimensión emblemática. El 8 de diciembre de 1972, los cuatro países del Caribe anglófono libres en aquella fecha decidieron establecer relaciones diplomáticas plenas con la Mayor de las Antillas.
Jamaica, Trinidad y Tobago, Barbados y Guyana -en un contexto signado por el aislamiento hemisférico hacia Cuba diseñado por Estados Unidos y que contó con la Organización de Estados Americanos como punta de lanza- brindaron una lección de hidalguía que no podrá jamás ser olvidada.
No en balde el Comandante en Jefe, en el discurso pronunciado en la Segunda Cumbre Cuba-CARICOM, efectuada en Bridgetown, Barbados, el 8 de diciembre de 2005, expresó: “Apoyamos los esfuerzos de nuestros hermanos caribeños para consolidar su integración regional y, como siempre, Cuba está dispuesta a brindar su modesta cooperación en las áreas en que ello sea posible.
Los pueblos de la Comunidad del Caribe podrán contar siempre con el respeto y la amistad de Cuba. (…) Agradecemos nuevamente la invariable solidaridad de los países caribeños con Cuba, y rendimos tributo a la memoria de Eric Williams, Erroll Barrow, Forbes Burnham y Michael Manley”.
Justo cuando celebramos el cuadragésimos quinto aniversario de aquella memorable jornada, en la que brillaron de manera especial los cuatro líderes que Fidel reverenció en numerosas ocasiones, tuvo lugar un amplio grupo de actividades, a cuya cabeza estuvo la VI Cumbre Cuba- CARICOM en Antigua y Barbudas, donde participó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
En nuestro predios sobresalió la XI Conferencia Internacional de Estudios Caribeños “Cuba y el Caribe: 45 años de relaciones”, organizada por la Cátedra de Estudios del Caribe “Norman Girvan” de la Universidad de La Habana.
El evento reunió a un grupo de importantes académicos, diplomáticos y personalidades de la región dedicadas durante años al estudio de estas temáticas. La agenda del encuentro incluyó dos mesas redondas, seis paneles de trabajo y la presentación de un libro y una revista, teniendo como sedes de los debates a la Universidad de La Habana, la Casa de las Américas y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “ISRI” Raúl Roa García.
En la apertura efectuada en el Aula Magna de la UH, el Dr. Antonio Romero Gómez, presidente de la Cátedra de Estudios del Caribe, se refirió a las principales líneas llevadas a cabo durante los últimos meses, además de ratificar el excelente estado de relación entre nuestros pueblos. “Los vínculos entre Cuba y el Caribe superan los marcos diplomáticos.
La voz del Caribe nunca le ha fallado a Cuba, ni ella a sus hermanos. Fidel fue el líder más influyente del siglo XX en el hemisferio. Para el Caribe resultó un hombre excepcional. Una prueba de ello fue que en el 2008 recibió la Orden de la Comunidad del Caribe, primer y única vez en que ella se le entregó a alguien no nacido en países de la CARICOM. Esta conferencia es una muestra de cuánto podemos seguir impulsando una relación especial, desde diversos entornos”, remarcó.
En la sesión inaugural también intervino la Dra. Anne Marie Bissessar, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI, por sus siglas en inglés), St. Augustine, Trinidad y Tobago.
El Dr. Ricardo Alarcón de Quesada, quien en el momento del establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1972, firma que ocurrió en actos paralelos en la Misión de Jamaica ante Naciones Unidas y en la embajada cubana en Ottawa, era el máximo representante cubano en la ONU, impartió una conferencia magistral en la que se refirió al contexto en que se produjo aquel acontecimiento, al igual que a varios de los hechos más relevantes acaecidos.
La MSc. Milagros Martínez, Secretaria Ejecutiva de la Cátedra y una de las bujías de los intercambios académicos durante las últimas décadas entre la Universidad de la Habana y diversas casas de altos estudios de todas las latitudes, entregó la distinción “Este Caribe Nuestro” a personalidades e instituciones que se han destacado en el fomento de las relaciones con nuestro hermanos caribeños.
Es el caso del Dr. Alberto Prieto, Profesor de Mérito de la UH, del propio Alarcón de Quesada y de José Fernández de Cossío, embajador en varios países y de Ramón Pez Ferro, quien además de ser uno de los asaltantes más jóvenes al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, se desempeñó, entre diversas responsabilidades, como embajador en Jamaica y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En la primera mesa redonda, efectuada también en el Aula Magna, intervinieron los doctores Alberto Prieto, Juan Valdés Paz y Aurelio Alonso, los dos últimos Premios Nacionales de Ciencias Sociales, y Andrés Serbin, presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).
La segunda mesa redonda, esta vez en la sala Manuel Galich de la Casa de las Américas, se consagró a la mirada de los jóvenes a las relaciones de Cuba con el Caribe. Marisleydis Concepción Pérez, del Departamento de Historia de la UH; Alejandro Amaro, del Centro de Estudios del Caribe de Casa de las Américas y el autor de estas líneas, bajo la conducción de Jacqueline Laguardia Martínez, abordaron desde distintas ópticas esos nexos, resaltando que el origen de los mismos se remonta siglos atrás, el papel desempeñado por la cultura y la impronta inigualable de Fidel.
Como parte del programa el Dr. José Luis Perelló y Jude Carrasquero, presentaron ponencias sobre las relaciones económicas de Cuba con el Caribe, consideradas el talón de Aquiles, a partir de que no están a la altura del resto de las esferas; April A. S. Louis, de Santa Lucía y Tennyson S. D. Joseph, de Barbados, reflexionaron sobre las visiones desde el Caribe acerca de soberanía, racialidad y lucha nacional, mientras los doctores José Luis Juanes y Ramón Pichs se refirieron a los impactos del cambio Climático en la región.
En la jornada final despertaron gran motivación los paneles sobre el Caribe y sus relaciones internacionales, con los trabajos de los doctores Carlos Quenan, Eric Dubesset, Mark Kirton y Antonio Romero y el dedicado a las posiciones de Estados, en el cual participaron los doctores Jesús Arboleya, Carlos Alzugaray y Luis René Fernández.
Desde ya, con ímpetus renovados, quedó abierta la convocatoria a la XII Conferencia Internacional de Estudios Caribeños, la cual tendrá lugar en diciembre del 2018.
Escrito por: Hassan Pérez Casabona/Profesor Auxiliar del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana.