Por Lissy Rodríguez Guerrero
La orden del líder de la Revolución Fidel Castro fue clara cuando, al ascender a Comandante al entonces capitán Raúl Castro, mandó a maniobrar en "el territorio montañoso situado al norte de la provincia de Oriente, desde el término municipal de Mayarí al de Baracoa, quedando bajo su mano las patrullas rebeldes que operan en dicha zona". El enclave sería decisivo para la victoria.
Por eso aquel día, en el sitio conocido como Piloto del Medio, surgió el II Frente Frank País García. Jornadas intensas preludiaron su fecha fundacional, desde que Raúl saliera el día 1ro. de ese mes desde Pata de la Mesa, con la columna número 6, integrada por 67 hombres, a la que luego se incorporaron nueve más.
Su experiencia como jefe militar lo guiaría en la organización de los campesinos y el reconocimiento de un terreno que ya había escrito páginas memorables en la historia de Cuba, ligadas a las guerras de independencia, la oposición a Batista y el alzamiento del 30 de noviembre de 1956, por solo mencionar algunos ejemplos.
Allí emergió entonces no solo una Comandancia, sino una estructura departamental que comprendía las áreas de Guerra, Justicia, Sanidad, Propaganda, Educación, Construcción y Finanzas, entre otras, las cuales coadyuvarían en la organización de las acciones e impactarían en el desarrollo de esta región del 'indómito Oriente', que entonces vio abrir caminos, hospitales y escuelas.
Asimismo, cinco columnas guerrilleras conformaron oficialmente el II Frente en agosto de 1958: la 6 Juan Manuel Ameijeiras, la 19 José Tey, la 17 Abel Santamaría, la 18 Antonio López Fernández y la 20 Gustavo Fraga, así como la número 16 Enrique Hart, creada en octubre de ese año.
Varias fueron las acciones que a fuerza de victorias ganaron la confianza de sus habitantes en el Ejército Rebelde. La primera hazaña heroica de envergadura tiene lugar 20 días después de creado el Frente, al tomar el aeropuerto de Moa, para recibir material bélico.
Luego siguieron los ataques a los cuarteles de Imías y de Jamaica, la toma del cuartel y el puesto naval de Caimanera, y el ataque al cuartel del central Soledad.
De igual forma, en mayo de 1958 la resistencia es enérgica para defender el territorio del II Frente, cuando una ofensiva del ejército opresor se hizo efectiva con tropas superiores en hombres y armas enviadas desde Holguín y Santiago de Cuba.
La consigna de ¡No pasarán! fue enarbolada y cumplida por los rebeldes, quienes libraron combates gloriosos en La Lima, Ocujal, Cupeyal, Marcos Sánchez y otros territorios.
Muestras del apoyo y prestigio que iba ganando el Ejército Rebelde fueron el Primer Congreso Campesino en Armas –celebrado el 21 de septiembre de 1958–, y el Congreso Obrero en Armas –el 8 de diciembre de ese año–, en el poblado de Soledad de Mayarí Arriba.
Ya para esta última fecha, la intensidad de los combates había aumentado. De hecho, desde noviembre de 1958, luego de la orden del Comandante en Jefe de que las columnas del II Frente continuaran su avance y rindieran cuarteles en las zonas entre Cueto, Mayarí, San Luis y Guantánamo, comienza la ofensiva que permite la liberación de nuevos territorios y el repliegue del enemigo.
La toma del cuartel de La Maya, el 7 de diciembre, primera misión de la Fuerza Aérea Rebelde, permitió eliminar el último bastión militar de la dictadura entre las ciudades de Guantánamo y Santiago de Cuba. San Luis, Alto Songo, Río Frío, Sagua de Tánamo, Mayarí, Caimanera y Baracoa son los siguientes triunfos rebeldes.
A fines de diciembre se había cumplido la orden del Comandante en Jefe. No en vano afirmaría luego que el II Frente Frank País "fue modelo de organización, de eficiencia y desempeñó un papel de extraordinaria importancia estratégica en nuestra guerra".
Han pasado casi 60 años y la historia de aquel lugar es muy distinta a la que descubrieron los combatientes rebeldes, un 11 de marzo de 1958.
(Tomado del periódico Granma)