Una avalancha de sentimientos la desarmó luego de saber que la persona que más amó en su vida pudiera mandarle señales de apoyo aun desde el más allá.
Diría que para ella todo empezó cuando descubrió, a través de una prima, de una fotografía de su padre publicada en la revista Bohemia, el 21 de diciembre del 2018.
Era una imagen anónima, pues se desconocía quien la había tomado. ¿Cómo aun así llegó a ser publicada y por qué en ese instante? Eran preguntas que taladraban sus pensamientos; sin embargo, bien en el fondo sabía la respuesta.
Era justo lo que necesitaba. Una bocanada de esperanza en momentos que se sentía abrumada por tantas situaciones difíciles y por su vida que giró en los últimos tiempos cual brújula sin norte y ahora señalaba nuevos horizontes.
Como a todos, le asustaba lo desconocido. Pero ahora tenía la certeza de volver a tener el consejo de esa mano amorosa que le guio siempre sin juzgarla. Era el puerto, luego de la tempestad, de los vientos del destino, el refugio seguro donde reponer fuerzas y levantarse como el sol para alumbrar un nuevo día.
En su vida se estaban produciendo cierres de ciclos que pusieron de cabeza su existencia. Pero esta búsqueda secaría sus lágrimas y la devolvería a su sitio. Su padre, quien había fallecido hacia algunos años, ahora aparecía en una publicación.
Ella conocía la historia de la instantánea y sentía el deber de contarla. Tenía que darle nombre.
Una cámara Kodak de ocho tiros y una pericia desconocida como reportero en manos del padre del adolescente de 13 años había servido para inmortalizar algunos de los eventos de la Batalla de Guisa, liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Cuenta la hermana del intrépido muchacho que le regaló el rollo a un periodista para que pudiera hacer su trabajo y hasta el momento desconocían si lo había empleado.
Ese día, la familia no sólo salvaba al trabajador de la prensa de regresar sin imágenes de lo sucedido, sino que también su progenitor al tener sangre universal la donó brazo a brazo al general José Milián del Pino, pues el doctor del pueblo no tenía reservas de ese tipo sanguíneo y la herida era mortal.
En contradicción a lo sucedido, quien no se pudo salvar de una reprimenda fue el joven, debido a que en los negativos que regaló habían imágenes de los muertos en la carretera tomadas por su madre y otras como la captura de una patrulla, el asedio al cuartel de la localidad y un tanque T-17 destruido donde ambos aparecen, y que fue el motivo de este encuentro con el pasado.
La hija de aquel adolescente de pequeña jugó con la Kodak que recogió aquellos instantes que pasaron de ser del patrimonio familiar a formar parte del archivo histórico de la Revolución en la revista Bohemia. Hoy su descendiente es reportera de prensa, y la cámara… Aún existe.
En el siguiente PDF usted podrá encontrar, bajo el título Principales acciones de la ofensiva final, las imágenes hechas por aquel joven.