Por Sergio Alejandro Gómez
Estados Unidos se dispone a levantar este 17 de abril, las restricciones que impiden entablar demandas ante tribunales estadounidenses al amparo del título III de la Ley Helms-Burton, diseñada para presionar a los inversores extranjeros interesados en hacer negocios con Cuba.
Medios de prensa como The New York Times, EFE y El Nuevo Herald citan a un funcionario del gobierno estadounidense como fuente de la noticia.
El título III viola la legislación internacional al permitir demandas contra entidades cubanas o extranjeras que “trafiquen” con propiedades nacionalizadas de manera soberana y con apego a la legalidad tras el triunfo de la Revolución en enero de 1959.
Cuba llegó a acuerdos de compensación con países como Reino Unido, Canadá, España, Suiza, Italia y Francia, cuyas empresas también fueron nacionalizadas. Pero Washington se negó a aceptar las condiciones ofrecidos con Cuba, dado que para entonces ya planificaba la invasión de Playa Girón en abril de 1961, que fracasó en su intento de derrocar a las autoridades revolucionarias.
La medida, cuyo alcance extraterritorial afecta intereses legítimos de terceros países, fue diseñada para entorpecer la creciente inversión extranjera en Cuba tras la caída del campo socialista y la Unión Soviética a principios de los años 90.
La legislación ampara incluso a los estadounidenses que tengan demandas certificadas contra Cuba, aunque no fuesen ciudadanos norteamericanos en el momento de la nacionalización, lo cual va en contra de la práctica internacional.
Contrario a lo que se asegura, la ley se aplica en su totalidad desde 1996, incluido el título III. Todos los presidentes desde entonces lo que han limitado es la posibilidad de que los tribunales norteamericanos se pronuncien sobre casos al amparo de ese acápite, lo cual se utiliza ahora como método de chantaje y presión por parte de la administración Trump.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, sobre quien recae la responsabilidad de suspender o no las restricciones, redujo de seis a meses a 45 días el plazo, luego a 30 días y recientemente a apenas dos semanas.
Además, por primera vez desde 1996, se abrió la puerta a demandas al amparo del título III de la Helms-Burton.
De confirmarse mañana la plena activación, la nueva medida de agresión reforzaría la aplicación del bloqueo, afectaría los deteriorados vínculos bilaterales y expandiría los efectos extraterritoriales de las medidas de agresión norteamericanas contra Cuba.
Según las revelaciones de la prensa, también se aplicará con más rigor el Título IV de la ley, por el cual se pueden negar visas para viajar a los Estados Unidos a quienes negocien con Cuba.
Países como España y Canadá se han dirigido a Estados Unidos para manifestar su rechazo a la entrada en vigor de la medida.
El influyente diario Wall Street Journal publicó este 16 de abril que la Unión Europea demandaría a Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC) si activa el título III de la Helms-Burton y daña sus intereses económicos en Cuba.
Esa fue la misma posición que tomaron en 1996, obligando a Clinton a llegar a un acuerdo para suspender la posibilidad de entablar demandas bajo el polémico título.
El director general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, aseguró recientemente a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular que la Ley Helms-Burton en su totalidad, y no solo el título III, constituye la descripción más integral de la manera con que el imperialismo enfoca su relación con Cuba.
“Queda descrito cómo Washington tiene un propósito de tutelaje, como si Cuba fuera un territorio bajo su dominio”, dijo.
Señaló que la ley descansa en un conjunto de mentiras sobre Cuba, entre las que destacó dos en específico: La primera es que Cuba constituye una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos y que las nacionalizaciones llevadas a cabo al triunfo de la Revolución fueron ilegales e indebidas.
Señaló que, contrario a lo que se asegura, la ley se aplica en su totalidad desde 1996, incluido el título III.
El único título que no se ha aplicado es el título II, dedicado a organizar un gobierno de transición al agrado de Estados Unidos, porque primero sería necesario el derrocamiento de la Revolución.
Cossío señaló que Ley es el instrumento fundamental que dicta la política de Estados Unidos hacia Cuba y el obstáculo fundamental para cualquier mejoría real en las relaciones de los Estados Unidos.
Cuba tiene una ley aprobada en el año 1996, que declara nula y sin valor alguno la Ley Helms-Burton.
El aumento de la agresividad estadounidense contra La Habana responde a la agenda anticubana de personajes como el senador Marco Rubio, el asesor de Seguridad Nacional John Bolton, y Mauricio Claver-Carone, quienes han secuestrado la política de la administración Trump hacia Cuba y América Latina.
Para este miércoles está programado un discurso de Bolton en la ciudad de Miami, que supuestamente estará dedicado a habalr sobre la política de su país hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Encantado de anunciar que el 17 de abril me uniré a la Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos en Miami para dar un discurso sobre los importantes pasos que está dando el Gobierno para afrontar las amenazas a la seguridad relacionadas con Cuba, Venezuela y la crisis democrática en Nicaragua”, escribió Bolton en su cuenta de Twitter.
Su presencia en Miami coincidirá con el aniversario 58 del inicio de la invasión mercenaria por la Ciénaga de Zapata, el 17 de abril de 1961, la cual fue derrotada por las fuerzas revolucionarias encabezadas por Fidel Castro en poco más de 60 horas.
La agresión contra Cuba va en contra de la opinión de la mayoría de los estadounidenses, incluida la comunidad cubana en ese país.
La mayoría de los cubanoamericanos en el condado estadounidense de Miami-Dade apoya políticas de acercamiento a Cuba como las adoptadas por la administración de Barack Obama (2009-2017), según una encuesta reciente.
De acuerdo con el estudio, el primero de su tipo realizado desde el inicio de la administración de Donald Trump en enero de 2017, el 63 por ciento de los cubanos que viven en esa área del estado sureño expresaron su respaldo al establecimiento de relaciones diplomáticas entre las dos naciones.
El estudio realizado del 14 de noviembre al 1 de diciembre del año pasado entre mil una personas indicó que el 68 por ciento de los interrogados favorece la expansión o el mantenimiento de las relaciones comerciales con Cuba por parte de las empresas estadounidenses.
(Tomado de Cubadebate)