RHC / Mireya Ojeda
Por. Mireya Ojeda Cabrera
Abreus, Cienfuegos, Cuba.- Quiero presentarles la historia de Juana Isabel Quintana Morejón, de 71 años de edad, maestra jubilada, conocida por Nena, líder del barrio, en la comunidad rural de Mijalito, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Horquita en este municipio cienfueguero de Abreus.
Mijalito era parte de una compañía americana del antiguo Central Constancia, pero al Triunfar la Revolución Cubana se fomentó allí una cooperativa, construyeron la bodega, casas para los obreros, y en fin, la vida de los campesinos prosperó.
Cada vez que hay una actividad voluntaria allí está Nena. Comenzó el Poder Popular en Cuba y era la secretaria de actas de la Comisión Electoral, distinguida los días de la defensa, Presidenta de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Siempre con las botas puestas.
“Todo eso me ha llevado a ser líder del barrio.- comenta la campesina muy comunicadora desde su vivienda y prosigue con la rica historia. Anteriormente por supuesto, sí estaba completamente activa y trabajaba en directo con los jóvenes”.
Nena integra el Núcleo Zonal del Partido Comunista de Cuba radicado en Mijalito, una comunidad campo adentro. Con gran firmeza considera cuánto más haría en la vida.
Foto / Mireya Ojeda
“Si yo tuviera hoy 15 años, me parece que pudiera hacer más de lo que hice. Estoy satisfecha porque, en primer lugar eduqué a mi hija y saqué buen fruto de ella. También parte de los maestros que hay en esta comunidad fueron mis alumnos. Sembré el amor en la educación.
“Y si no fuera por el Triunfo de la Revolución, posiblemente no estuviera hablando contigo, estuviera muerta, porque yo fui una niña enferma, mi familia fue demasiado humilde, muy pobre”.
Recuerda su niñez en la intrincada zona rural de Ojo de Agua
“Cuando la tiranía, antes del Triunfo de la Revolución, refiere, se trabajaba en caña o haciendo carbón, y en tiempo muerto mi papá no tenía trabajo, incluso mi hermano más pequeño estaba enfermo del corazón. Fue la segunda operación realizada en Cuba.
“Gracias a la Revolución pudimos estudiar y nos superamos, entonces todos teníamos trabajo”.
Antes del Triunfo de la Revolución eran seres oprimidos
“Teníamos un vecino, recuerda, que por una botella de leche tenía que chapear los potreros pertenecientes al hombre que en aquel momento era el latifundista de aquella zona.
“Mi papá una vez haciendo un horno se quemó un pie. Yo tuve que ir a vivir con una tía para ver si me podían alimentar un poquito. Mi niñez fue triste, triste, muy triste. Sin embargo hoy los niños disfrutan de tantas cosas.
“Yo nunca tuve una muñeca, los famosos reyes magos aquellos nunca llegaron a las casas de nosotros porque siempre el camino estaba muy malo. Eso es lo que nos decían nuestros padres”.
Tiene motivos Nena para impulsar las tareas que estén a su alcance y seguir siendo líder del barrio. (Fotos de la autora)