Foto tomada de VerbiClara
Por: Isis María Allen
Antes de ser un símbolo, ‘Abdala’, nombre de la primera vacuna anti-COVID-19 desarrollada en Cuba y en América Latina fue un poema dramatizado escrito por un adolescente y publicada el 23 de enero de 1869 en el periódico ‘La Patria Libre’.
Su autor, lo es también el de la ‘Edad de Oro’, de los ensayos ‘Nuestra América’, ‘Los Pinos Nuevos’... el responsable intelectual del asalto al cuartel Moncada, en resumen, el que sería el más universal de los cubanos: José Martí (1853-1895).
De esa obra literaria se dice que ofreció una visión anticipada de la vida del Maestro.
En busca de reflexiones sobre el tema en jóvenes cubanos encontré a Lil María Pich (en la foto), miembro del ejecutivo del Movimiento Juvenil de Estudios Martianos.
Foto: Isis María Allen
Días antes, un reconocido intelectual, acucioso investigador de la vida y obra de Martí decía que a él había que leerlo desde el hoy, con mirada renovadora y desde la realidad actual.
Para la estudiosa del Apóstol de la independencia de Cuba, “Abdala es una pieza teatral reveladora que va más allá de la muy conocida cita: El amor, madre, a la patria/No es el amor ridículo a la tierra,/ Ni a la yerba que pisan nuestras plantas;/Es el odio invencible a quien la oprime,/Es el rencor eterno a quien la ataca (….)
“Abdala es expresión de la madurez y el talento de aquel joven, estudioso de su realidad y de la literatura universal, se codeó con la intelectualidad más revolucionaria de su tiempo, de la cual formó parte su maestro Rafael María de Mendive”, apuntó.
La obra fue publicada en medio de las tensiones que vivió La Habana con los sucesos del teatro Villanueva, el 22 de enero de 1869, cuando en aquel mes se desató la represión ante las expresiones independentistas en la mayor isla de las Antillas, entonces colonia de España.
‘Abdala’ salió a la luz dentro del empeño de la intelectualidad criolla de ocupar espacio con un teatro y una literatura propios.
Lil María Pich llama la atención sobre su íntegra publicación en un periódico, no fue hecha para un libro, sino para que su contenido llegara al mayor número de personas posible, y que también los analfabetos pudieran acceder al mensaje que lleva implícito a través de la representación teatral, detalles que dicen de la genialidad que se revelaba en Martí.
“Entonces la respuesta es sí, ‘Abdala’ anticipa la personalidad de Martí, la ruta que va a seguir porque muestra el talento que tiene, el interés por tratar el tema de la libertad y la forma en que las personas tienen que defender lo suyo, no importa lo pequeño que sea.
“También está el formato, el de ser accesible al gran público y de cómo el sacrificio conduce al gran objetivo, el destino de ‘Abdala’ es morir en brazos de su madre, luego de ser su Patria liberada".
Afirma la joven que ese último hecho es el elemento sublime, el que conecta a Martí de una manera indisoluble con el poema dramático.
“Esa obra es inspiración lo mismo para un sello discográfico que para una vacuna. Es símbolo de soberanía, del sacrificio por la Patria, de sobreponerse al amor por la madre biológica, por el amor a una madre más grande”, aseveró.
(…)
Quien a su patria defender ansía
Ni en sangre ni obstáculos repara;
Del tirano desprecia la soberbia
En su pecho se estrella la amenaza
Y si el cielo bastara a su deseo
Al mismo cielo con valor llegara
(…)
José Martí tenía una profunda convicción del sacrificio y la necesidad de este por una causa mayor que nosotros mismos.
Comentó Lil María que “esa es una de las grandes lecciones de ‘Abdala’, para hoy y para siempre, esté en una obra de teatro o en el nombre de una vacuna contra la Covid-19”, a la cual se ha llegado también en batalla de David contra Goliat y con un enorme sacrificio.