Rosales Barrueta recuerda al joven Huguito: noble, desinteresado, servicial y solidario.
Foto: Yosdany Morejón

Por Yosdany Morejón (enviado de la Radio cubana a la República Bolivariana de Venezuela)

"Con el levantamiento armado del 4 de febrero de 1992, Hugo Chávez rescató la dignidad dormida del venezolano y le hizo entender al pueblo que merecía una sociedad mejor, donde primase el respeto y la igualdad social".

Así lo explica Marcos Rosales Barrueta, amigo íntimo del Comandante Supremo, quien creció junto a él en la ciudad de Sabaneta y hoy se define como un defensor incansable del Chavismo porque solo un hombre de alma tan noble pudo hacer tanto por los pobres.

Cuenta que aunque el ejemplo de Chávez creció hasta convertirse en Comandante de América, en sus amigos de Sabaneta perdura la imagen del joven Huguito: noble, desinteresado, servicial y solidario.

Apodado el “Rayo”, confiesa que fue el propio Hugo Rafael quien de niño lo bautizó con este mote dada su velocidad en el corrido de las bases, mientras jugaban béisbol con una pelota de goma.

A 30 años de la rebelión del 4 de febrero, el hecho está catalogado como la primera respuesta organizada a un clamor popular que no tuvo líder hasta que el Comandante Chávez y un grupo de jóvenes militares tomaron las armas y asumieron la responsabilidad. (Tomado de Radio Rebelde)