Mejía afirma que es el bloqueo de EE.UU. el único responsable de la difícil situación económica
por la que atraviesa Cuba. Foto tomada de Prensa Latina
Por Pedro Martínez Pírez
A las doce de la noche del viernes 29 de julio, cuando se cumplían 30 años de que Fidel Castro (1926-2016) conociera en Láncara, municipio de la provincia gallega de Lugo, la choza donde nació su padre, convertida ya en Museo, recibí una llamada telefónica de un entrañable amigo dominicano, feliz por haber sido recibido por el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Yo, a esa hora veía el final del juego de voleibol entre los equipos de la República Checa y de Cuba, ganado por los continuadores de las famosas Morenas del Caribe.
La llamada telefónica me la hacía Martha Pérez, valiosa asistente de Miguel Mejía, secretario general del Movimiento de Izquierda Unida (MIU), el hombre que me invitó a República Dominicana en 1999 para que entrevistara al presidente Leonel Fernández, quien asistiría a la IX Cumbre Iberoamericana en La Habana y realizaría una visita oficial a Cuba.
Incansable en la solidaridad con Cuba, Miguel quería brindar a Radio Habana Cuba sus valoraciones sobre este encuentro en el Palacio de la Revolución, al cual asistieron también el canciller Bruno Rodríguez y Ángel Arzuaga Reyes, vicejefe del departamento de relaciones internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Mejía recordó que Leonel Fernández fue el presidente dominicano que tuvo el mérito y el valor de restablecer las relaciones con Cuba luego de 29 años de distanciamiento diplomático.
La entrevista que hice a Fernández en el Palacio Nacional, en Santo Domingo, fue transmitida también por la televisión cubana, lo cual permitió que muchas personas conocieran al presidente quisqueyano, quien efectuaría su primera visita a Cuba, y al mismo tiempo contribuiría a promover la realización en La Habana de la Novena Cumbre Iberoamericana.
Destacó Miguel Mejía que conocía a Díaz-Canel desde hace tiempo, y coincidieron en una ocasión en Managua, Nicaragua. También al canciller Bruno Rodríguez, por las funciones como ministro de Integración en el Gobierno dominicano.
Hemos establecido un vínculo que rebasa el marco institucional, porque se han desarrollado afectos, identidad y empatía por las dinámicas de trabajo.
“Me sentí en familia en ese encuentro, que no esperaba, porque mi visita a Cuba en esta ocasión tiene objetivos de recuperar mi salud, lo cual también agradecí al presidente Díaz-Canel y al canciller Bruno Rodríguez quienes me brindaron solidaridad y apoyo para que me atendieran en el CIREN, Centro Internacional de Restauración Neurológica”, dijo.
Le recordé a Mejía que la esposa cubana del profesor Juan Bosch, Doña Carmen Quidiello, fallecida no hace mucho a la edad de 105 años en Santo Domingo, también fue atendida en el CIREN, donde yo la visité en su último viaje a Cuba.
Miguel Mejía quiso dejar constancia en esta entrevista para conocimiento de los pueblos de Cuba, República Dominicana y a todos los amigos y allegados en el mundo “que me siento muy bien de salud, pues todas las evaluaciones que me han hecho han resultado positivas”.
A lo largo de la entrevista Mejía reiteró su gratitud a las autoridades cubanas. Dijo que el ambiente solidario y familiar durante el encuentro con Díaz-Canel, Bruno Rodríguez, y Arzuaga, permitió realizar un análisis de lo que pasa en Cuba, en Dominicana, en la región del Caribe y en Centroamérica.
“Tuvimos muchas coincidencias en el enfoque, y sobre todo el énfasis de cómo mantener la llama de la solidaridad con Cuba, país que ha sido un gran referente para la humanidad, y que ha sufrido ya más de sesenta años de un bloqueo criminal y de terrorismo económico”, subrayó el dirigente del MIU.
Agregó Mejía que pese a todas las dificultades económicas que Cuba está enfrentando, sus amigos en el mundo reconocemos que la causa principal de las insuficiencias se deben, sencillamente, al bloqueo de los Estados Unidos y sus aliados.
En otro momento del diálogo comentó Miguel Mejía: “Nadie puede imaginarse cómo Cuba, que no es una sociedad perfecta, ha logrado sobrevivir frente al terrorismo económico que ha sufrido su pueblo, y eso es parte de la admiración y el respeto que siente la humanidad hacia Cuba”.
El dirigente del MIU destacó la batalla cubana en los foros internacionales, la campaña de solidaridad que se desarrolla en todo el mundo, así como la postura solidaria que mantienen los gobiernos amigos de Venezuela, Rusia, China, Corea, Viet Nam y Nicaragua, entre otros.
Mejía señaló que “Cuba se mantiene con su moral en alto y defendiendo su derecho a la sobrevivencia. El único delito que ha cometido Cuba es haber tomado decisiones soberanas que favorezcan al pueblo. Por eso creo que en el mundo se mantendrá la llama de la solidaridad con Cuba”, enfatizó.
Concluyó la entrevista recordando al dominicano Máximo Gómez (1836-1905), su enorme contribución a la lucha por la independencia de Cuba y su entrañable amistad con José Martí (1853-1895).
“Mira, -recalcó el secretario general del MIU- yo siempre he dicho que no hay un país en el mundo que tenga tantas raíces comunes e históricas como República Dominicana y Cuba.
“Por eso más allá de la diferencia por el sistema político e ideológico, rindiendo culto a ese legado histórico, es que debe mantenerse por encima de todo la unidad, el acercamiento, las buenas relaciones entre nuestros dos países. Se trata de lograr la unidad en la diversidad”, aseveró Miguel Mejía.
