Obras completas de José Martí
por Rafael Calcines
José Martí “es una mina sin acabamiento”, dijo del Héroe Nacional cubano la gran poetisa chilena Gabriela Mistral para resumir la profundidad, amplitud y proyección de la creación del prócer.
“No hay mejor metáfora que esa para definir su obra”, consideró en diálogo con Prensa Latina Marlene Vázquez, directora del Centro de Estudios Martianos, institución que a punto de cumplir 46 años de fundada despliega una labor incansable en la recopilación, conservación, estudio y promoción del legado del autor de los “Versos Sencillos”.
La medida de la inagotable fuente de conocimientos e ideas del hombre que nació el 28 de enero de 1853 en La Habana y murió combatiendo por la independencia de Cuba con tan solo 42 años, la da el que quizá es el proyecto más retador del Centro, la Edición Crítica de sus Obras Completas.
“De la edición crítica se han publicado 29 tomos. Nosotros pensábamos, hace unos años, que se llegaría fácilmente a los 40. Yo creo hoy que se va a sobrepasar fácilmente esa cifra y quizá lleguemos o nos aproximemos bastante a los 50 tomos”, admite Marlene Vázquez.
“Ello obedece -continúa- a que en el proceso de investigación a veces aparecen textos nuevos. Eso nos pasa, pues usted no sabe nunca cuántas interrogantes va a conseguir despejar y nos ocurre a muchos; a mí en lo personal me ha sucedido en dos ocasiones, lo que se inicia como un tomo termina convirtiéndose en dos y hasta en tres.
“Hay zonas también muy enigmáticas como los fragmentos o los cuadernos de apuntes, que cuando se empieza a develar interrogantes, todo ese cúmulo de notas y de índices crece, con lo cual se puede hasta duplicar o cuadruplicar el número de volúmenes.
“Es un quehacer apasionante, y cuando nos adentremos en los tomos de la Conferencia Panamericana, o en los tomos de la guerra, ahí habrá sorpresas importantes”.
UN LARGO CAMINO
De los tres grandes proyectos que desarrolla en la actualidad el Centro de Estudios Martianos, el más importante y con mayor cantidad de investigadores trabajando en su realización es el de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí, precisamente porque se trata de toda su creación.
Centro de Estudios Martianos en La Habana
Los otros dos abordan la obra literaria, y estudios centrados en este momento en la historia del Partido Revolucionario Cubano.
Este proyecto de la edición crítica lo dirige el destacado investigador, profesor, periodista y escritor Pedro Pablo Rodríguez, ampliamente conocido en Cuba y fuera del país.
Vázquez, quien antes de ocupar hace tres años la presidencia de la institución formó parte del equipo, recordó que “nosotros heredamos aquí un proyecto que en buena medida fundaron Cintio Vitier y Fina García Marruz, lo cual es un compromiso de dimensiones mayores, pues si se viene de esa estirpe, uno tiene que honrar los orígenes”.
Asegura que sin “las ediciones anteriores de las Obras Completas, no pudiéramos estar en el punto en que nos encontramos, y nunca Cuba le agradecerá suficiente a la familia de Gonzalo de Quesada (estrecho colaborador del prócer) por esa labor paciente de recuperar la inmensa mayoría de la obra de Martí y de ordenarla, de desentrañar los misterios de esa selva.
“Esa labor fue insustituible, al igual que el trabajo de otros que intervinieron en sucesivas ediciones de las obras de Martí”.
OBRA INAGOTABLE
Sobre la marcha ese proyecto sufre los ajustes lógicos que la práctica le va imponiendo y ya publicaron 29 tomos, “los cuales tienen el beneficio de que cada texto fue cotejado contra los manuscritos martianos, si existen, o contra la edición príncipe de esas obras”.
Tomo 29 de Obras Completas de José Martí
Tienen además -agrega- el valor de que la edición crítica cuenta con un despliegue de notas informativas a pie de página con índices de nombres geográficos, cronológicos, de materias y demás, todo un material adicional que nunca tuvieron las anteriores obras completas.
“Todo ese respaldo informativo es de gran utilidad, porque muchas veces, por diferentes razones, porque el tiempo transcurre, porque no todas las figuras resisten el paso de la historia, uno se encuentra en la obra de Martí con personajes que hoy son verdaderos desconocidos y usted no sabe de quién le están hablando.
“La edición crítica obliga a los investigadores a consignar a pie de página el nombre completo de cada personaje y a poner en el índice de nombres fechas de nacimiento y muerte, y la información básica de quién fue, cuáles fueron sus aportes a la época en que vivió, si publicó libros, si fue militar, político, luchador por la independencia de Cuba, qué hizo en vida”.
Para la doctora en Ciencias Literarias, esa minuciosidad resulta imprescindible, y lo enfatiza recordando las palabras del sobresaliente intelectual cubano Juan Marinello, quien en el prólogo a las Obras Completas publicadas por la editorial Ciencias Sociales en 1975, cuando ya vislumbraba esa posibilidad futura, dijo que “una edición crítica es el hombre y su tiempo, todo el tiempo y todo el hombre, o es un intento fallido”.
Ese minucioso trabajo se extiende incluso al extranjero, lo cual se aprecia en las páginas de créditos de cada volumen, donde aparecen también colaboradores de los lugares más insospechados: Dinamarca, Suecia, Japón, Chile, porque con frecuencia hay temas que atañen a cuestiones propias de esas culturas que resulta difícil esclarecer desde Cuba y es necesario consultar a conocedores.
Por ejemplo, recuerda la también licenciada de Filología, “en uno de los tomos había una interrogante que tenía que ver con las culturas paracas y nazca, las líneas del desierto de Nazca, y terminamos consultando a un especialista peruano y a uno chileno, porque quién mejor que ellos.
“O cuestiones que atañen a los pueblos precolombinos de la zona de México y acudimos a una antropóloga mexicana, o incluso viajes de los vikingos en el texto dedicado a Antonio Bachiller y Morales y tuvimos que contactar con un especialista danés, que fue de muchísima utilidad”.
Marlene Vázquez dice estar convencida de que “toda obra humana es perfectible, y la edición crítica también, pero creo que hacemos el mayor esfuerzo para que quede lo mejor posible.
Resulta “un trabajo de equipo, una labor que hay que acometer de manera interdisciplinaria porque Martí es de esos intelectuales orgánicos -para decirlo con palabras del presente-, al que usted no puede acceder desde un solo ángulo de análisis.
“No quiere decir que eso no sea posible, de hecho lo es, pero tiene que tener, para ser verdaderamente valiosa esa labor de exégesis, una perspectiva mucho más compleja y diversa, y eso es lo que tratamos de hacer.
“Por supuesto, a la hora de buscar todo el material complementario utilizado en cada tomo hay mucha tela por donde cortar, que nos permite hacer estudios paralelos, con lo cual la edición crítica genera también un grupo de ensayos, publicados como libros o artículos en revistas especializadas, que constituyen una especie de valor agregado de ese otro proceso investigativo, de ahí la riqueza de ese proyecto”. (Tomado de PL)