Evgueni Prigozhin
Por Alfredo García Almeida*
“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, asegura el refranero popular al describir la costumbre del ave carnívora de comer los cadáveres empezando por los ojos, que simboliza la ingratitud del desagradecido que paga con el mal el bien que le han hecho.
La opinión pública siguió asombrado el inaudito motín militar del grupo Wagner, en medio de la contraofensiva de Ucrania el pasado 23 de junio, provocado por su jefe, Evgueni Prigozhin, exaliado cercano del presidente, Vladimir Putin, quien combate en Ucrania con su ejército de “contratistas” (mercenarios) en apoyo a las tropas rusas desde el inicio de la guerra y cuyo éxito como empresario, lo debe al empoderamiento del mandatario ruso.
Combatientes del grupo, Wagner, ocuparon la noche del 23 de junio el cuartel general del Distrito Militar Sur en Rostov del Don, instalaron vehículos militares en algunas zonas y retenes en las vías de entrada a la ciudad, lugar clave para la logística de la operación militar rusa en Ucrania, mientras preparaban su avance hacia Moscú.
En las últimas semanas, Prigozhin, habría criticado duramente al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, por la escasez de municiones durante la batalla de Bajmut, amenazando con abandonar el sitio. Sin embargo trascendió que la real causa del levantamiento, fue la iniciativa del ministro de Defensa para la integración de los “contratistas” al engranaje militar gubernamental, mientras Prigozhin defendía mantener su independencia, con la contratación de las unidades de su empresa.
“La ambición desmedida y el interés personal condujeron a la traición. Traición a su país, a su pueblo y a la causa por la que lucharon y dieron sus vidas los combatientes y comandantes del Grupo Wagner junto a nuestras otras unidades”, afirmó el presidente, Vladimir Putin, al día siguiente del levantamiento en alocución a la nación rusa, tras advertir: “Quienes prepararon el motín militar, quienes levantan las armas contra los hermanos de combate, han traicionado a Rusia y pagarán por ello”.
Sin embargo, la negociación se impuso. El 24 de junio se conoció que el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, por un acuerdo con Putin, había mantenido conversaciones con Prigozhin, quien aceptó detener el avance de sus combatientes hacia Moscú. Simultáneamente el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, anunció que “Prigozhin podría trasladarse a Bielorrusia bajo garantía personal de Putin, que se abandonaría el caso penal contra él, no habría persecuciones contra sus seguidores y los combatientes que no participaron en la marcha, podrían firmar contratos con el Ministerio de Defensa”. Desde su cuenta de Telegram, Alexander Gúsev, gobernador de la provincia rusa de Vorónezh, aseguró que la retirada del grupo Wagner, “se desarrolla con normalidad y sin incidencias y que el traslado está terminando”.
La exitosa empresa de “contratistas” (potenciales cuervos), es un nuevo fenómeno de la “guerra fría”, para brindar servicios de mercenarios a gobiernos en sustitución o apoyo a los ejércitos nacionales. Su auge comenzó con la invasión de EEUU en Afganistán e Irak a principios del siglo XXI. Las cinco empresas de “contratistas” más solicitadas del mundo son: Blackwater, de EEUU. Defion Internacional, de Perú. Triple Canopy, de EEUU. Garda World, de Canadá y G4S Secure Solutions, de Reino Unido; todas con miles de mercenarios en todas las esferas de la guerra y la seguridad.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.