Tchiani señaló que la Séptima República fue derrocada por "la única voluntad de preservar la querida patria".
(Imagen de archivo/RHC)
Por Alfredo García Almeida
El general, Abdourahmane Tchiani, jefe de la guardia presidencial de Níger, derrocó el pasado miércoles al presidente, Mohamed Bazoum, elegido democráticamente en febrero de 2021. Dos días después, Tchiani se declaró jefe del gobierno de transición denominado, “Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria”.
La Unión Africana y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que agrupa a 15 países de África Occidental, condenó el golpe de Estado mientras miembros de la Junta Militar golpistas advertían, que “las consecuencias fluirán”, si intervienen fuerzas extranjeras. EEUU opera dos bases de aviones no tripulados en Níger y Francia tiene alrededor de 1.500 soldados desplegados en el país africano.
Níger es un país sin litoral de África Occidental, con una superficie de 1, 267,000 km2 y una población de 18,945,729 personas. Limita al sur con Nigeria y Benín, al oeste con Burkina Faso y Malí, al norte con Argelia y Libia y al este con Chad, país notorio por la sequía, la hambruna, la explotación neocolonial y los golpes de Estado.
Su economía está basada en el pastoreo y la agricultura, en un reducido 3,9% de la superficie nacional. Posee grandes reservas de uranio, estaño, cinc, molibdeno, carbón, oro y petróleo. Niger es el principal suministrador del uranio que consume la UE. Francia depende de Niger, para abastecer sus centrales nucleares. La colonización francesa se realizó a finales del siglo XIX, en el marco de múltiples atrocidades contra la población. Durante varias décadas, el país africano fue parte del África Occidental Francesa. En 1960, Niger obtuvo la independencia. Se calcula que unos 10, 000 franceses residen actualmente en el país.
Dos días antes de finalizar la II Cumbre Rusia-África en San Petersburgo, se produjo el derrocamiento del Gobierno de Níger. La Junta Militar golpista, se ha mostrado favorable a cooperar con sus vecinos de Mali y Burkina Faso, ambos gobernado por juntas golpistas expulsando a los franceses y han reforzado sus vínculos con Rusia.
Los medios occidentales han destacado la presencia de “banderas rusas” en las manifestaciones populares contra Francia en la capital de Niger, así como un supuesto mensaje de Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, elogiando la asonada militar, sugiriendo el involucramiento de Rusia en el golpe de Estado.
Por los contrapuestos intereses de las partes involucradas, el conflicto de Niger puede convertirse en una escalada de la nueva versión de “guerra fría”, entre Washington y Moscú.
La CEDEAO, exigió a la Junta Militar, el regreso al poder del presidente depuesto, Mohamed Bazoum. “En caso de que las demandas de las autoridades no sean atendidas en el plazo de una semana, tomar todas las medidas necesarias para restablecer el orden constitucional (...) Tales medidas, pueden incluir el uso de la fuerza”, declaró el presidente de la CEDEAO, Omar Touray. Washington y Bruselas, apoyaron la amenaza.
Por su parte la Junta Militar denunció a la CEDEAO, de organizar una cumbre de emergencia en Nigeria el pasado domingo, para aprobar un plan de agresión contra Niger a través de una intervención militar, “con países africanos y algunos países occidentales”, tras advertir su firme determinación de defender al país.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.