Luisa González y Daniel Novoa.

Por Alfredo García Almeida*

Con el 98,23% de los votos escrutados y una participación del 82,26%, renace el movimiento  progresista, Revolución Ciudadana, con la victoria de su candidata, Luisa González Alcívar, al obtener 39,37% de los votos, seguido del candidato del partido de derecha, Acción Democrática Nacional, ADN, Daniel Novoa Azin, con 23,68%, quienes se impusieron con amplia ventaja sobre otros seis candidatos presidenciales, asegurando un lugar en la segunda vuelta el próximo 15 de octubre.

Las elecciones para completar el período constitucional 2021-2025, fueron convocadas tras el decreto presidencial del presidente, Guillermo Lasso, quien enfrentaba un proceso de destitución en su contra, por acusaciones de “malversación de fondos”, cuando activó un mecanismo constitucional denominado “Muerte Cruzada” que otorga la facultad de convocar elecciones generales extraordinarias.

Dos visiones sobre el futuro ecuatoriano, compitieron en estos comicios. De un lado la “revolución ciudadana”, inspirado en la Revolución Liberal de comienzos del siglo XX y siguiendo la línea política del bolivarianismo; y del otro lado la élite económica y empresarial neoliberal. Sin embargo en esta ocasión, el país vive una inédita crisis de seguridad, provocada por organizaciones criminales establecidas en Ecuador, que luchan por el control de zonas en particular la costa del Pacífico. El alcalde de Manta, Agustín Intriago, fue asesinado el pasado 26 de julio y 10 días antes de las elecciones, asesinaron a Fernando Villavicencio, candidato presidencial del Movimiento Construye y a Pedro Briones, dirigente de Revolución Ciudadana.

Ecuador inició la década del 60 del pasado siglo, con el triunfo electoral del caudillo liberal, José María Velazco Ibarra, quien ejerció la presidencia del Ecuador en 5 ocasiones, se autoproclamó “dictador” en dos y solo completó su mandato una vez. El régimen constitucional fue interrumpido en 1963, cuando una dictadura militar derrocó al presidente, Carlos Julio Arosemena, por su acercamiento diplomático a Cuba y a la URSS. Otra dictadura militar gobernó el país entre 1976 y 1979.

El impacto en Ecuador del triunfo de la revolución cubana y la lucha de liberación nacional contra el colonialismo en África y Asia, impulsó radicales cambios tanto en la élite de poder como en el movimiento progresista, reflejado en contradictorios sesgos conservadores y progresistas en las diferentes dictaduras y la radicalización de la izquierda en particular en la juventud, con la fundación de la Unión Revolucionaria de la Juventud Ecuatoriana (URJE) en 1961 y el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE) en 1964.

En medio de creciente crisis política y económica, (desde 1996 al 2005, 3 presidentes fueron derrocados: Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez), emergió en Ecuador el exministro de Economía, Rafael Correa, quien fue reelegido presidente en tres ocasiones (2007-2017). Su periodo de gobierno fue denominado “Revolución Ciudadana”, por las reformas políticas, económicas, sociales y educativas que fomentó. En 2017 fue elegido presidente, Lenín Moreno, quien fuera vicepresidente durante el mandato de Correa. Sin embargo, diferencias con el sector de derecha de su partido, obligaron al expresidente Correa, a exilarse en Bélgica, tras ser acusado por “violaciones al financiamiento de campañas” y sentenciado a 8 años de prisión.