Una delicia al paladar. Foto: Cortesía de Vinos Molina
Por: Georgina Torriente*
La familia Molina está hoy más unida que nunca en el trabajo y la vida. Sus integrantes se funden cada día en una empresa que involucra a integrantes de tres generaciones.
La elaboración de vinos mediante la fermentación de mieles y otras frutas autóctonas de Cuba ocupa al abuelo Paulino Molina Suárez, a su hijo José Osvaldo Molina Rodríguez y al nieto, Edgar Diego Molina Trofímova.
El negocio familiar que han bautizado como ‘Vinos Molina’ comenzó legalmente en 2015 cuando Paulino convirtió en profesión su hobby de elaborar bebidas espiritosas a base de frutas cubanas.
Foto: Cortesía de Vinos Molina
“Más que un negocio, la elaboración de vinos se volvió una tradición en la familia”, reconoce Edgar Diego, quien desde 2020 se sumó junto a su padre a la producción vinícola.
El más joven de los Molina, es uno de los siete trabajadores que tiene la pequeña empresa cubana, que se oficializó como forma de gestión económica no estatal en 2021.
El abuelo se asoció años atrás (2015) al Club de Vinicultores de la Habana ‘La Giraldilla’, y esa oportunidad le permitió intercambiar experiencias y saberes con otros colegas cubanos.
El 2020, un año de desgracias para el planeta entero por la propagación de la pandemia del nuevo coronavirus, fue sin embargo para Los Molina “un momento que hizo a la familia unirse y fortalecer su tradición”, comentó Edgar Diego.
Foto: Cortesía de Vinos Molina
Su abuelo aprovechó el confinamiento para transmitirle a él y a su padre toda su experiencia como vinicultor.
Las nuevas oportunidades que surgieron en Cuba para el sector no estatal de la economía propiciaron el surgimiento en 2021 de ‘Vinos Molina’, una pequeña empresa que en su accionar va sorteando momentos alegres, tropiezos, triunfos y nuevas oportunidades.
En tiempos de Covid-19, en la mayor isla de las Antillas como en buena parte del mundo, se agudizó la crisis económica y comenzaron a escasear productos básicos para la fermentación de las frutas con las que se hace el vino, como el azúcar.
Pero como buenos cubanos hicieron uso de su creatividad y repensaron su negocio hasta concebir la principal línea de producción actual: la hidromiel.
Foto: Cortesía de Vinos Molina
Este nuevo producto goza de buena aceptación entre sus clientes que hasta el momento incluyen centros turísticos y de la cultura de la principal ciudad cubana, La Habana, además de puntos de venta distribuidos por la capital del país.
Como la refrescante bebida es elaborada a partir de la miel, resultó atractivo para Apicuba, la empresa antillana dedicada al acopio, beneficio y comercialización de los productos de las abejas, los que, igualmente, ‘Vinos Molina’ comercializa en sus predios.
En el desarrollo gradual de la empresa se concretó el encadenamiento con la productora MIELES TORRES S.R.L. de la también occidental provincia cubana de Matanzas, quien los provee del endulzante.
Foto: Cortesía de Vinos Molina
Actualmente, ‘Vinos Molina’ aspira a crecer y comercializar sus producciones dentro y fuera de las fronteras de Cuba con su estilo propio que fortalece la tradición familiar y el buen gusto de un vino dulce como la miel.
*Periodista del Canal Cubano de Noticias
