Imagen ilustrativa

Por Alfredo García Almeida*

“El Gobierno del presidente, Joe Biden, enfrenta una presión al interior de Estados Unidos, para responder con más dureza a los ataques de la milicia de los hutíes contra barcos comerciales en el mar Rojo”, indicó el diario, The New York Times, en una nota publicada el pasado 1 de enero.

Tres días más tarde, el periódico, Politico, con sede en Arlington, EEUU, informó en una nota de análisis: “EEUU se está preparando para responder a la propagación regional del conflicto entre Israel y Hamás”, destacando que “una mayor intervención de Washington, complicaría aún más la ambición del presidente, Joe Biden, de reelegirse”.

“Los funcionarios de la Administración Biden, están elaborando planes para que Estados Unidos responda a lo que les preocupa cada vez más que pueda pasar de una guerra en Gaza a un conflicto regional más amplio y prolongado”, indicó Politico. Según el medio, “cuatro funcionarios familiarizados con el proceso, incluido un alto funcionario de la Administración demócrata, describieron a Politico conversaciones privadas sobre escenarios que potencialmente podrían llevar a Estados Unidos a otra guerra en Medio Oriente. A todos se les concedió el anonimato para hablar”.

“El Ejército está elaborando planes para contraatacar a los militantes hutíes (...) que han estado atacando barcos comerciales en el mar Rojo, según tres funcionarios estadounidenses con conocimiento directo de las discusiones. Eso incluye atacar objetivos hutíes en Yemen, según uno de los funcionarios, una opción que el Ejército ha presentado anteriormente”, asegura el artículo.

“Es una escalada que podría resultar en que el presidente, Joe Biden, se involucre más profundamente en Medio Oriente, justo cuando la temporada de campaña de 2024, se calienta y su campaña presiona para centrarse en cuestiones internas”, advierte Político. “Los acontecimientos son peligrosos, no solo para la seguridad regional, sino también para las posibilidades de reelección de Biden”, afirma el medio, recordando “que el entonces candidato demócrata llegó al poder, tras prometer poner fin a las intervenciones bélicas estadounidenses en el exterior.

“El presidente termina su mandato”, resume el medio estadounidense, “como el principal aliado de Ucrania en su conflicto con Rusia y un facilitador clave de las represalias de Israel contra Hamás”. Esto le dará al electorado, cuando vaya a las urnas en noviembre, “la oportunidad de castigarlo por su involucramiento en conflictos extranjeros”, resume el diario norteamericano.

La intervención de Estados Unidos en guerras más allá de sus fronteras, ha sido una constante en la historia del país, generalmente, con un aumento de popularidad para el presidente que conseguía reducir las críticas a sus políticas internas. Sin embargo eso está cambiando, por la creciente polarización política del país. Biden se debate entre seguir la histórica tendencia imperialista, con el riesgo que implica un escenario muy desfavorable, o retroceder en su intervención militar en Ucrania e Israel, para saltar adelante en su reelección. Expertos consideran que la reciente gira por el Medio Oriente de Antony Blinken, secretario de Estado, está relacionado con este dilema.

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.