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Por Alfredo García Almeida*
A escasos seis meses de las elecciones presidenciales y en un aparente contexto de aguda polarización política, legisladores demócratas y republicanos demuestran que las diferencias políticas, no son estratégicas.
El pasado 23 de abril, después de meses de debates internos sobre el involucramiento de EEUU en los conflictos de ultramar, el Senado aprobó un paquete de asistencia en “tiempos de guerra”, con un valor total de 95 mil millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwán, tras una votación bipartidista.
La iniciativa fue aprobada en el Senado con 79 votos a favor y 18 en contra, después de que la Cámara de Representantes le diera su visto bueno tres días antes a 61 mil millones de dólares de ayuda a Ucrania, con 311 votos a favor y 112 en contra, 26 mil 400 millones de dólares para Israel, con 366 votos a favor y 58 en contra; y 8 mil 100 millones de dólares para Taiwán, con 385 votos a favor y 34 en contra, todos bipartidistas. “Esta noche, la mayoría bipartidista en el Senado, se sumó a la Cámara de Representantes para responder al llamado de la historia, en este crucial punto de inflexión”, declaró Biden eufórico.
Sin embargo, pocos días después, la fanática trumpista, Marjorie Taylor Greene, presentó una moción contra el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano, Mike Johnson, a quien se le atribuye el acuerdo con los demócratas, a pesar contar con la “bendición” del expresidente, Donald Trump, líder indiscutible del ala dura del Partido Republicano, quien pidió un voto a favor de Johnson.
“Me encanta, Marjorie Taylor Greene. Tiene Espíritu, tiene Lucha, y creo que estará por aquí y de nuestro lado, durante mucho tiempo”, ha escrito Trump en su red, Truth Social. Sin embargo, también pidió votar en contra de la moción de censura: “Si mostramos DIVISIÓN, que será retratada como CAOS, ¡afectará negativamente a todo! Mike Johnson, es un buen hombre que se esfuerza mucho. Yo también deseo que se hayan hecho ciertas cosas en el último periodo de dos meses, pero las haremos, juntos”, concluyó.
El voto bipartidista en el Congreso, cuando se trata de prioridades imperialistas, siempre está presente, aunque no trasciendan los acuerdos secretos que lo permitieron. “En este momento, tras la finalización de nuestro trabajo de seguridad nacional, ha llegado el momento de pasar página en este capítulo de obstrucción republicana pro-Putin. Votaremos a favor de rechazar la moción de la diputada, Marjorie Taylor Greene, para dejar vacante la presidencia. Si ella invoca la moción, no tendrá éxito”, anunciaron los demócratas,
En la “patriótica” decisión demócrata, prevaleció de forma grosera, lo oculto sobre lo relevante. Johnson, con apenas 6 meses como presidente de la Cámara Baja, es un notorio evangélico ultraderechista, activista contra el aborto, con posiciones radicales contra los derechos, LGTBI, defensor de recortes de prestaciones sociales y negacionista electoral trumpista, que lideró los esfuerzos jurídicos de un grupo de congresistas republicanos, por anular la victoria de Joe Biden, en las presidenciales de 2020.
Los legisladores dieron 359 votos (bipartidistas) a favor, 43 en contra y 7 en blanco, a una iniciativa por la que se desestimó someter a votación la moción de censura contra Johnson, en una acrobacia política, que no deja margen a consideración ideológica alguna. Sin embargo, se espera que las consecuencias políticas dentro de las bases demócratas, se presenten en la recta final del proceso electoral.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.