Foto: Ariel Cecilio Lemus

La Habana, 23 ago (RHC) En el camino que se labraba al inicio del triunfo revolucionario, cuando se establecían las bases jurídicas para un modelo inclusivo, era ineludible no fundar una organización que acompañara –y cargara como bandera– los procesos de equidad y justicia social.

Por eso, aquel 23 de agosto de 1960 se irguió, de la mano de su eterna líder, Vilma Espín Guillois, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que 64 años después, conscientes de los desafíos que justifican la necesidad de perfeccionar su quehacer, continúa en el sendero por la igualdad de género y de derechos, representando a las mujeres cubanas.

Con Granma conversó Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC, a propósito del aniversario 64 de la organización, quien expresó que haber ajustado la labor a cada situación concreta del país, a partir de los resultados de cada uno de sus Congresos y de los cónclaves del Partido Comunista de Cuba (PCC), es un mérito.

• Sobre los principales logros de la Federación en los últimos años, ¿cuáles destaca?

• Para una organización que se distingue por haber desarrollado, desde su creación, una activa labor de prevención social, y que está representada por el 91,47 % de las cubanas mayores de 14 años, constituye un logro trascendental la aprobación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), como agenda del Estado cubano.

«Otro es la creación del Observatorio de Cuba sobre igualdad de género, que ha contado con la asesoría técnica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Su puesta en marcha y su reciente actualización tienen el fin de fortalecer el diseño e implementación de las políticas públicas dirigidas a cerrar brechas de género.

«Además, contamos con una Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, que promueve la respuesta integrada para la prevención y atención efectiva de todas las formas de discriminación por género».

La también miembro del Buró Político expresó que en la Asamblea Nacional del Poder Popular, las mujeres representan el 55,7 % de los diputados, lo cual convierte a Cuba en el segundo país con más mujeres en el Parlamento Nacional. «No obstante, en el Consejo de Estado son el 47,6 %, y estamos conscientes de que se puede promover una mayor presencia, porque existen potencialidades».

• ¿Qué desafíos considera que persisten en el contexto actual?

• Uno de ellos es lograr la implementación articulada del PAM, la Estrategia Integral y las nuevas legislaciones. Se requiere continuar trabajando en la educación de toda la sociedad para eliminar estereotipos y prejuicios que están en la subjetividad que reproducen a nivel social, laboral y familiar desigualdades. También fortalecer los mecanismos que garanticen la atención y prevención oportuna, sobre los casos de violencia de género y en el escenario familiar.

«En la organización se debe lograr el funcionamiento de las estructuras de base, hacer que el bloque y la delegación centren su atención en promover la participación de las federadas en las actividades, fortalecer la formación con valores y principios éticos, involucrar a las jóvenes de modo creativo y protagónico para garantizar la continuidad; además, transformar la labor preventivo-educativa para atender las problemáticas sociales.

«Otro de los desafíos actuales es generar empleos en los que las mujeres puedan realizarse y alcanzar su empoderamiento económico. También, concretar el Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida, que, sin lugar a dudas, coloca los cuidados en el centro de un modelo de desarrollo que aspira a la sostenibilidad y la justicia social».

• ¿En qué camino se encuentran los programas y estrategias promovidas por la FMC para atender y prevenir la violencia de género? ¿Existen nuevas perspectivas?

• Como parte de las acciones de la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar, la FMC actualizó su registro de familias que viven en situación de violencia, una herramienta clave para la prevención a nivel comunitario. En ello, se identificaron 9 579 familias, afectando a más de 16 000 mujeres y niñas.

Vilma siempre será inspiración y aliento. Foto: Dunia Álvarez Palacios

Amarelle Boué precisó que se trabaja en evaluar el impacto de la legislación y las políticas públicas. Además, se perfeccionan los servicios de atención desde las Casas de Orientación a las Mujeres y las Familias (COMF), con infraestructura en todos los municipios del país. «Se han instaurado consejerías que garantizan la atención a las mujeres, lo más cercanas posible a la comunidad en que viven».

De igual forma, puntualizó que, de conjunto con la Fiscalía General de la República, trabajan en la puesta en marcha de un Registro Administrativo Interoperable de seguimiento, monitoreo e información en tiempo real de los femicidios, desagregados por indicadores. Este contribuirá a fortalecer los mecanismos que garanticen la atención y detección de los casos de violencia de género y en el escenario familiar.

–Ante los índices de embarazo adolescente, ¿qué papel desempeña la organización?

–El embarazo en la adolescencia es una problemática social y de salud que impacta en la calidad de vida de muchachas y muchachos. Por eso, uno de los objetivos del PAM, en su indicador número seis, es consolidar la educación integral de la sexualidad, flexibilizar el acceso de las y los adolescentes a los espacios de orientación, perfeccionar los servicios de salud sexual y reproductiva, y promover la responsabilidad parental.

«En ese sentido, desde la FMC se realizan las Jornadas de Educación Integral de la Sexualidad, con el eslogan Que no se rompan tus sueños. Asimismo, se ampliaron los espacios para el trabajo persona a persona con adolescentes embarazadas y sus familias, en hogares maternos, centros estudiantiles, comunidades y a través de las redes sociales.

«Desde la comunidad también se atienden las jóvenes desvinculadas del estudio y del trabajo, y se realizan diferentes ofertas para su inserción. Un ejemplo son los programas de adiestramientos en las COMF, que agrupan a 53 437 personas, de ellas el 79 % jóvenes».

–Manteniendo su legado, ¿la organización seguirá actualizándose con los nuevos tiempos?

–Transcurridos los 64 años, la FMC ha actualizado su quehacer en correspondencia con el momento histórico, sobre la base de los resultados de diez congresos. Hoy existen logros y desafíos identificados que justifican la necesidad de perfeccionar la labor. Ha sido determinante repensar una organización fresca y con mayor dinamismo, capaz de representar los diversos intereses de las mujeres y sus familias, combinar el método tradicional con el más contemporáneo, cultivar la unidad en la diversidad.

«El desarrollo del xi Congreso constituyó una oportunidad para dialogar con las mujeres sobre los intereses, preocupaciones y escuchar propuestas renovadoras, para dinamizar la labor. Es por ello que transformar las maneras de hacer, más que necesidad, es cuestión estratégica.

«La sociedad ha cambiado y con ella las mujeres, que precisan de contar con una organización que represente y defienda sus derechos laborales, jurídicos, sociales y también familiares, Pero solo es posible si todos participamos».

• ¿Algún mensaje a las mujeres cubanas por el aniversario de la FMC?

• Felicitar a todas, que desde los diferentes frentes aportan al desarrollo económico, social y cultural de la nación. A las que, desde otras latitudes del mundo, defienden la posición y la condición alcanzadas por las cubanas en la sociedad, ya sea en el cumplimiento de misiones diplomáticas, como las que integran las brigadas de colaboración médica o de otros sectores en el exterior.

«Las exhortamos a tener presentes las palabras de nuestro Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, en la clausura del xi Congreso, cuando expresó: “(…) las mujeres cubanas tienen mucho que aportar y la Revolución necesita de las mujeres cubanas, no solo resistiendo, sino, más que todo, combatiendo”».

(Fuente: Granma)