Mercedes Sosa en Casa de las Américas

Por Abel Rosales Ginarte

El 4 de octubre el rayo terrible de la despedida estremeció a Cuba. La muerte de Mercedes Sosa, la cantora argentina, conmovió a sus seguidores.

En la memoria de la isla palpitan aquellos días de 1974 cuando llegó con toda la fuerza de la Nueva Canción Argentina a Casa de las Américas. Atravesó los anchos salones de la institución situada muy cerca del mar y la recibió el abrazo del trovador Carlos Puebla.

Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Sara Gonazález y otras grandes figuras del Movimiento de la Nueva Trova Cubana acogieron a Mercedes. La más larga entrevista a “La Negra” durante su primera estancia en Cuba, la realizó el periodista Orlando Castellanos de Radio Habana Cuba. Su voz palpita en los archivos de nuestra emisora.

Con el dolor de su pueblo Mercedes Sosa cantó en Cuba en 1974. Al amparo de Casa de las Américas el más auténtico folclor argentino evocó el dolor de los exiliados como el de la propia Mercedes. La sinceridad de su raza y el apego a las raíces la conectaron con un pueblo que entendió sus tristezas.

El vínculo entre Mercedes Sosa y algunos trovadores cubanos desafió el tiempo y la distancia. “Quizá la había visto antes en Cuba, pero siempre me ha parecido que conocí a Mercedes Sosa en el estadio de béisbol de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, una noche de diciembre de 1974”, confesó el gran Silvio Rodríguez.

Su mensaje ante la muerte de la cantora argentina estremece: “La vertiente que se dio en llamar nueva canción no sería lo mismo sin Mercedes. Ella sola es un comienzo y un fin, pero a la vez, como un Midas sonoro, fue dotando de una luz especial todo lo que tocaba”.

Silvio Rodríguez y Pablo Milanés son los únicos compositores cubanos que aparecen en el disco, titulado Mercedes Sosa, 30 años, que reúne una veintena de temas grabados en diversas épocas. De Silvio son dos, La maza y Unicornio.

Silvio confesó al periodista Roberto Espinosa de la gaceta.com.ar: “Que Mercedes te cantara una canción era como estar bendito. No solo era su voz extraordinaria, era también su trayectoria, el prestigio que le acompañaba. Me sorprendió mucho que cantara Unicornio. La maza, lo vi más lógico, porque tiene ritmo como de chacarera, o se puede llevar por ahí. ¿Pero Unicornio? Me dejó muy tocado su interpretación, además con un sensible arreglo de Charly García. Son de esos regalos que uno no espera y que deslumbran”.

Cuba no olvida el 4 de octubre de 2009. La muerte de la gran Mercedes Sosa abrió un sendero a la eternidad, un sentimiento de apego a las raíces y al alma de los cantores. En su clásica composición, Unicornio, Silvio Rodríguez, resume la huella de La Negra Sosa: “Con su cuerno de añil pescaba una canción, saberla compartir era su vocación”. En la voz de la argentina la composición del cubano es un auténtico regalo para los sentidos.