Por Marianela Samper

La Habana, 28 ago (RHC) El presidente de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, de Cuba, Ariel Mantecón Ramos, como diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) y por su perfil jurídico, fue uno de los 33 integrantes de la Comisión que trabajó en el Proyecto de Constitución de la República, y el pueblo analiza desde el pasado 13 de agosto.

Ese Grupo, presidido por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, con la colaboración y asesoría de varios especialistas, elaboró las bases legislativas con vistas a la Reforma de la Carta Magna. De la trascendental experiencia el jurista comentó a Radio Habana Cuba (RHC).

”Es un proceso enriquecedor, dialéctico, espontáneo, muy entrecruzado y también estresante al conciliar voluntades alrededor de un sistema de artículos que es finito, es decir, se adopta una decisión, una linea de consenso para lograr una propuesta".

Refiere Mantecón Ramos que la Comisión laboró sobre la base de estudios que se venían haciendo tomando como referentes experiencias constitucionales de Latinoamérica, Europa y Asia.

"También en la fuerte raíz constitucionalista de la nación y los instrumentos que emergieron del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba como la conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, resultado de la consulta con amplios sectores de la sociedad", aseveró.

Explicó que “todo había que armonizarlo y buscar una salida constitucional que pusiera al día la máxima norma que va a tener el país. Así se trabajó con un sistema abierto, complejo en su diagrama porque conciliar opiniones distintas es difícil.”

El diputado agregó que la Constitución es también semántica y gramática, y la interpretación de un jurista es diferente a la de un politólogo, o periodista, o maestro. "Cada cual le imprime una visión distinta a una misma idea constitucional", añadió.

"Todo ello – dijo – hay que estructurarlo en un proceso creativo, tenso, que es la representación de lo que vendrá cuando concluya la consulta popular, con todo lo que emerge del diálogo nacional que se está produciendo.

“Cuando esas opiniones regresen hay que armonizar una idea única. Va a ser bastante complejo, pero es el resultado de la democracia que estamos practicando. Llevar la consulta de un texto constitucional al pueblo es un verdadero reto”, enfatizó.