El vehículo robotizado Curiosity aterrizó en Marte el 5 de agosto de 2012 con la misión de encontrar vida más allá de la Tierra. Desde entonces ha protagonizado grandes hazañas en el espacio, lo que le ha llevado a cumplir cuatro años de trabajo en el planeta rojo, cuando la idea inicial era estar sólo dos.
Curiosity despegó a bordo de un cohete no tripulado Atlas 5 el 26 de noviembre de 2011 y viajó a lo largo de nueve meses por el espacio, recorriendo alrededor de 60 millones de kilómetros.
El objetivo de esta operación era que el rover trabajara a lo largo de dos años realizando una expedición geológica en un lugar, entonces enigmático, llamado Crater Gale, situado justo al sur del ecuador marciano, en el Monte de Sharp. Este escenario se eligió por la edad del cráter, de entre tres mil 500 y tres mil 800 millones de años, el mismo periodo en el que la Tierra y el resto de los planetas del Sistema Solar fueron bombardeados de manera frecuente por meteoritos.
Pero, finalmente, esta actividad se convirtió sólo en una pequeña parte del trabajo realizado por esta misión que dura el doble de tiempo de lo que estaba previsto. Así, se han recibido numerosas fotos de este rover y ha sido la primera misión en taladrado la superficie del planeta. Lo ha hecho en hasta tres ocasiones.
Los investigadores de Curiosity han analizado el material encontrado bajo la superficie del planeta, han fundido rocas con láser y ha sufrido numerosos problemas con el software y la memoria del rover, así como en sus ruedas, que actualmente están bastante dañadas.
Famoso por sus selfies desde el espacio, el trabajo de este vehículo ha permitido saber que Marte tenía atmósfera en su juventud, se tienen datos más detallados de la radiación en el planeta —de cara a futuras misiones tripuladas—, se encontraron pruebas de la existencia de agua dulce y, además, se analizaron meteoritos y rocas que permitieron conocer mejor la historia del planeta.
Sin embargo, su estancia en el espacio no ha estado siempre bien valorada. En 2014, Curiosity fue la misión peor valorada de las que la NASA ha enviado al planeta vecino. Ese año fue la misión a la que menos presupuestos se le adjudicó de entre los operativos de la agencia espacial. Pero, por el momento, la NASA no ha anunciado el fin del trabajo de este rover en Marte.