La Habana, 18 de nov (RHC). La red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional (SSN) continúa su ampliación en pos de optimizar el monitoreo de los terremotos y expandirlo a lo largo y ancho de la geografía cubana.

El subdirector técnico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), doctor Enrique Arango, informó que a las 16 unidades en funcionamiento hasta agosto último se sumaron otras dos, una de ellas en la zona de Mar Verde, donde se registró la anomalía de principios de año.
 

La otra quedó ubicada en El Quimbuelo, del municipio San Antonio del Sur, en la cercana provincia de Guantánamo, ambas correspondientes al proyecto Ciudades preparadas y alertas ante el riesgo sísmico en el Oriente cubano, aplicado por varios entes internacionales, agregó.
 

Indicó el experto que acondicionaron el sitio para instalar uno de estos ingenios en la elevación de Alto de Los Guineos, en las proximidades de la ciudad de Baracoa, que posibilitará un mayor seguimiento en el extremo norte oriental, Haití y República Dominicana, incluidos los peligros potenciales de tsunamis.
 

Esa estación, al igual que la que funciona en la presa Nuevo Mundo, en el municipio holguinero de Moa, fue aportada por el programa nacional de geología del Ministerio de Energía y Minas y ambas cubren el comportamiento sismológico en las áreas de la industria niquelífera allí, precisó Arango.
 

Aludió asimismo a la perspectiva de poner en marcha otra en El Yarey, en la provincia oriental de Granma, cuando sean creadas las condiciones necesarias para reanudar los registros que facilitaba una existente en el lugar en la d{ecada de 1990.
 

El subdirector del Cenais consideró que con este completamiento en el Oriente podrá determinarse con mayor precisión, tanto en superficie como en profundidad, los epicentros de los temblores en estos territorios, y ejemplificó con la situación a finales de septiembre con una serie en Imías, que implicó unas 100 réplicas.
 

Entre otras expectativas del SSN, el científico mencionó una estación en la Isla de la Juventud, para apoyar el monitoreo en la región centro-occidental y en particular en Islas Caimán, una zona de límite de placas en la que los sismos fuertes se hacen sentir en los edificios altos de las ciudades cubanas.
 

Los empeños apuntan a ubicar otras en las zonas occidental y central, en puntos situados en San Diego de los Baños y en el este de La Habana; en Jagüey Grande, provincia de Matanzas; Quemado de Güines en la de Villa Clara, Jicotea en la de Ciego de Avila, y Esmeralda, en la de Camagüey.