La Habana, 22 nov (RHC) El comportamiento de las lluvias en Cuba durante el recién finalizado periodo húmedo (mayo-octubre) estuvo en el rango de lo normal para esa etapa del año, al registrarse un acumulado promedio nacional de 969,5 milímetros, equivalente al 97 % de la media histórica.
Como reflejan los datos ofrecidos por el Grupo de Servicio Hidrológico y Disponibilidad de la Dirección de Uso Racional del Agua del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), la región occidental reportó 1 124,9 milímetros, el 100 % de la cifra esperada en dicho semestre, mientras en el centro y el oriente precipitaron por ese orden 921,6 y 890,2 mm, que representan el 90 y el 102 % de los valores habituales de la época, informa el periódico Granma.
Los acumulados pluviales en 78 municipios sobrepasaron los promedios históricos (37 en occidente, siete del centro y 34 de oriente), siendo Alquízar donde ocurrió el máximo absoluto con 1 514 mm.
Al finalizar octubre los embalses administrados por el INRH almacenaban 5 177 millones de metros cúbicos de agua, el 57 % de la capacidad total con una porción utilizable de 4 495 millones de m3 (53 %).
Dicho volumen es inferior al promedio histórico para la fecha en 1 147 millones, pero supera en alrededor de 622 millones lo retenido al cierre del décimo mes del calendario el año pasado. También significa un aumento de 254 millones respecto a la cantidad que acopiaban en septiembre.
Igualmente, de las 15 cuencas subterráneas de categoría uno vinculadas al abasto de agua a las principales ciudades y polos turísticos, nueve aparecen en estado normal, cinco en situación desfavorable, y una en estado crítico. La capitalina cuenca de Vento se mantiene en la zona normal y ascendiendo.
Pese a la mejoría mostrada de forma general por el régimen de precipitaciones en el transcurso del 2016, no pudieron compensarse los notables déficits arrastrados en diversas zonas del archipiélago cubano durante los dos años precedentes.
Así un número apreciable de fuentes suministradoras del vital recurso natural a la población siguen con niveles deprimidos, bien distantes de lo que pueden contener, lo cual exige hacer el máximo esfuerzo por ahorrar agua en el sector residencial y estatal, sobre todo ahora que ya estamos inmersos en el periodo seco.