La Habana, 31 may (RHC) No existe nivel de exposición al humo de tabaco ajeno que no tenga riesgos, aseguran los expertos; y es una evidencia científica que vale recordar este 31 de mayo, cuando se celebra otro Día Mundial sin Fumar, en el que Cuba centra sus acciones contra el tabaquismo en los adolescentes y jóvenes.
En el transcurso de la próxima hora, mientras usted lee estas líneas, dos personas habrán muerto en nuestro país debido a enfermedades atribuibles al consumo del tabaco; según arrojan las estadísticas sanitarias.
Al concluir este año, alrededor de siete millones de personas habrán fallecido como consecuencia de esta adicción, sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero más escalofriante resultan las previsiones, las cuales estiman que esta cifra aumentará hasta más de ocho millones de fallecimientos anuales en el 2030, si no se intensifican las medidas para contrarrestar esta epidemia, comenta el periódico Granma.
De estas muertes, unas 600 000 son prematuras a causa del humo de tabaco ajeno y un 28 % corresponden a niñas y niños. Uno de cada dos infantes en el mundo es fumador pasivo, subraya la OMS. Si hasta aquí los números le parecen distantes, sepa usted que son precisamente los niños y niñas cubanos los más afectados en América Latina por el humo de tabaco ajeno. Casi el 60 % están expuestos en sus hogares a todos los componentes del humo del tabaco.
«Más de la mitad de los integrantes de las familias cubanas están expuestos al humo del cigarro. Las estadísticas muestran que el 54 % de las familias cubanas, el 55 % de los niños, el 51 % de las embarazadas y el 60 % de los adolescentes están expuestos a este agente contaminante. Estos datos nos ubican como el primer país de América con exposición de humo de tabaco en el hogar», refirió Elba Lorenzo Vázquez, coordinadora nacional del Programa de Prevención y Control del Tabaquismo, en conferencia de prensa.
A la familia le corresponde un rol esencial, y debe ser consciente de que en los menores los daños a la salud se acrecientan, dado que las sustancias tóxicas que inhalan se mantienen mayor tiempo en su organismo, según el criterio de varios especialistas.
De acuerdo con Lorenzo Vázquez, los estudios han demostrado que una hora expuestos al aire contaminado por tabaco equivale a fumarse tres cigarrillos; y que los no fumadores que están expuestos al humo de tabaco en el hogar tienen un 25 % más de probabilidades de sufrir una cardiopatía.
Para Cuba, refirió la especialista, una de las prioridades y objetivos de desarrollo es lograr la no iniciación tabáquica en adolescentes y jóvenes, grupo en el que se percibe un aumento en el consumo, consolidar las diferentes regulaciones institucionales establecidas, y llamar la atención en el respeto a los ambientes libres de humo de tabaco, y ello forma parte del Programa de Prevención y Control del Tabaquismo, estrategia con la que cuenta el país desde el año 1986.
La encuesta nacional de tabaquismo en adolescentes de 13 a 15 años de edad, realizada en el 2010, arrojó más de una preocupación en cuanto a conocimiento, actitudes y prácticas de este grupo etario en relación con esa adicción.
Según el estudio, el 9,7 % de los estudiantes de 7mo. y 9no. grados eran fumadores activos, el 24,6 % había fumado alguna vez y el 10,2 % eran susceptibles a iniciarse, estadísticas que resultaron ser más elevadas que estas proporciones en la capital del país.
Diversas razones fueron esbozadas por los jóvenes, destaca la investigación, que menciona entre estas la creencia tanto en muchachas como en muchachos de que fumar hace que luzcan más atractivos y que es bueno para perder peso corporal.
Una elevada proporción de los encuestados, 90,6 %, dijo estar consciente de que el humo del cigarrillo que fuman le hace daño a otras personas, mientras que el 84,3 % estuvo de acuerdo con que se prohíba fumar en lugares públicos tales como restaurantes, guaguas, camiones, trenes, escuelas, patios o campos de recreo, gimnasios, canchas deportivas y discotecas.
Apenas el 5,5 % de los encuestados refirió que no se les vendió los cigarrillos por su edad, aun cuando en el país existen leyes que prohíben el expendio de cigarros a menores de 18 años.
Cuba ocupa el tercer lugar en prevalencia de tabaquismo en América Latina y el Caribe, con un 24 % de la población que fuma activamente, subrayó la experta.
De las diez primeras causas de muerte en nuestro país, ocho de ellas tienen una asociación muy fuerte con esta adicción, lo cual constituye un reto para la población y las autoridades de salud.
Si bien están dispersas, porque Cuba no cuenta con una ley que abarque toda la sociedad, sí existen múltiples normas jurídicas para la regulación y el control del consumo del tabaco en diferentes espacios de la vida cotidiana, señaló la especialista.
Al respecto, insistió en que una de las problemáticas fundamentales radica en que el papel de la legislación hoy no se cumple las más de las veces, el fumador no respeta el derecho de la persona que no fuma, y este último no defiende siempre el derecho a no exponernos a ese humo.
Fumar, en ninguno de los casos es un signo de madurez, emancipación ni libertad. De lo que hagamos por nosotros mismos y por los demás, dependerá que un día, podamos despertar y por qué no, respirar sin miedo.