La Habana, 30 junio (RHC)- La vida humana podría seguir alargándose mucho más allá del límite de 115 años según varios expertos, publicó la revista Nature.
Dos biólogos de la McGill University de Montreal, en Canadá aportan como prueba un nuevo análisis estadístico de los datos relativos a los ultracentenarios reunidos desde 1968 hasta ahora en Japón, Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña.
El estudio de la biología del envejecimiento hasta ahora nos llevó a la conclusión de que debe haber un límite, en torno a los 115-120 años", explicó Stefania Maggi, presidenta de la Sociedad Europea de Geriatría y directora de investigación en el Instituto de Neurociencias del Consejo Nacional de Investigación (CNR).
Para los dos investigadores canadienses -Bryan G. Hughes y Siegfried Hekimi- no hay pruebas de la existencia de un límite máximo para la duración de la vida: si este umbral realmente existiera, todavía está por ser alcanzado o identificado.
"No sabemos cuál podría ser el límite para la edad -afirmaron ambos biólogos- pero extendiendo las líneas que indican las tendencias se ve que la vida promedio y la máxima podrían seguir aumentando en el futuro próximo".
De la misma opinión es Luca Deiana, biólogo molecular de la Universidad de Sassari, empeñado desde hace años en el estudio de los centenarios mediante el proyecto AKeA (A Kent'Annos).
"El límite de los 115 años no tiene sentido -dice Deiana- y no excluyo que en el futuro pueda ser superado. Sin embargo, es preciso recordar que la vida no es solo un cálculo estadístico: es algo que no conocemos completamente".
"La 'receta' de la longevidad es larguísima y nunca completa: son muchos los aspectos que pueden influir en la duración de la existencia y que todavía debemos considerar", observó.
"La hipótesis de que la vida pueda extenderse más allá del límite de los 115 años, en línea teórica, puede ser plausible desde un punto de vista biológico -agregó Maggi- pero en la realidad debemos enfrentar un problema mucho más grave: debemos evaluar cómo puede ser condicionada la longevidad por la exposición a nuevos factores de riesgo, como los ambientales, la diabetes y la obesidad infantil".
En el futuro, en los países más ricos, podríamos tener ancianos que vivirán menos y con más patologías. Los datos demuestran que ya hoy las personas de entre 45 y 65 años presentan incapacidades superiores a las de sus padres: un elemento realmente preocupante", concluyó.
(ANSA)