La Habana, 29 ago (RHC)-  Según un estudio realizado en la Universidad de Wisconsin-Madison, una especie de coral, la llamada Stylophora pistillata, puede reconstruir su esqueleto de carbonato de calcio de una manera más rápida, lo que conduce a una adaptación a la acidez oceánica, destaca hoy en una revista especializada.

El artículo publicado en Actas de la Academia Nacional de Ciencias, destaca que esta variedad logra incluso reponerse con piezas más grandes de lo que se creía hasta ahora.

Dependiendo en gran medida de un fluido rico en calcio, lentamente añaden minerales al esqueleto,  también logran un papel mucho más activo, cogen agua de mar, la concentran y añaden una molécula a sus esqueletos, expone la publicación.

Para llegar a estas conclusiones, su autor principal, Pupa Gilbert, realizó un mapeo de los componentes que forman las estructuras del arrecife usando luz de alta energía. Este método permitió distinguir diferentes minerales y crear un mapa, pixel por pixel, de los esqueletos en crecimiento de la Stylophora pistillata.

Al final vieron partículas integradas por formas inestables y amorfas de carbonato de calcio cerca de las superficies en crecimiento de los esqueletos de coral, destaca el texto.

Los investigadores también observaron evidencias de que los precursores inestables cristalizaban en aragonita, la forma estable de carbonato de calcio que forma esqueletos de coral maduro.

Para los científicos, el hecho de que utilicen exactamente el mismo mecanismo para formar sus esqueletos es realmente sorprendente. Estos son los mismos precursores vistos en biominerales de erizo de mar y abulón, que son organismos diferentes, explican.

Con este hallazgo, Gilbert propone que el proceso de estos corales es recoger agua de mar en sus tejidos, agregar materiales y organizarlos en grandes partículas de carbonato de calcio amorfo.

Los corales son colonias de pequeños animales con estructuras óseas de carbonato cálcico mineral, el mismo que forma las conchas de otras criaturas marinas.

(PL)