Madrid, 19 mar (EFE).- Una aceleración en los planes de los gobiernos para reducir las emisiones de CO2 de combustibles fósiles podría evitar este siglo la muerte prematura de hasta 153 millones de personas por causas relacionadas con la contaminación del aire, según un estudio que publica la revista Nature.
El estudio es el primero que proyecta el número de personas que podrían ser salvadas en 154 de las áreas urbanas más grandes del mundo si los países acordaran reducir la emisiones de dióxido de carbono y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados en un futuro próximo en lugar de posponer los recortes más importantes, tal y como han propuesto algunos gobiernos.
Las muertes prematuras se reducirían en las ciudades de todos los continentes habitados, en especial en Asia y µfrica, indica el estudio elaborado por la estadounidense Universidad de Duke (EE.UU.).
La lista de ciudades que más se beneficiaría de una reducción acelerada de las emisiones serían las indias de Calcuta y Nueva Delhi, donde las proyecciones indican que se podrían salvar unos 4,4 y 4 millones de vidas, respectivamente.
Otras 13 ciudades asiáticas o africanas podrían, cada una de ellas, evitar más de un millón de muertes prematuras y 80 podrían evitar, al menos, 100.000 fallecimientos, indica el estudio.
En otros continentes, el estudio destaca unos 50 núcleos urbanos, entre ellos los de México DF y Puebla, Sao Paulo, Nueva York, Los Ángeles y Moscú, en los que los que la reducción de fallecimientos prematuros podría oscilar entre 320.000 y 120.000.
Las nuevas proyecciones ponen de relieve las consecuencias de adoptar un enfoque que permita que las emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes del aire se mantengan altos a corto plazo con la esperanza de que puedan ser compensadas en un futuro lejano por un nivel negativo de emisiones, señaló el profesor de la Universidad de Duke Drew Shindell en un comunicado.
Para realizar este estudio se hicieron simulaciones por ordenador de las futuras emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes asociados, bajo tres escenarios diferentes.
El primero simulaba los efectos de una reducción acelerada de las emisiones de CO2 y sin casi emisiones negativas durante el resto de siglo.
El segundo estudiaba los efectos de permitir emisiones ligeramente más altas a corto plazo, pero con reducciones globales para limitar el calentamiento global a dos grados a final de siglo.
El tercer escenario consideraba unas reducción a corto plazo que limitasen el atmosférico a 1,5 grados.
Con ello, los investigadores calcularon el impacto en la salud humana de la exposición a la contaminación en cada uno de esos escenarios en todo el mundo, pero centrados en las ciudades más grandes.
'Puesto que la contaminación del aire es algo que entendemos muy bien y existen gran cantidad de datos históricos, podemos decir con una certeza relativamente alta cuántas personas morirán en una ciudad determinada en cada uno de los esos escenarios', explicó Shindell.
El científico esperó que 'esta información ayude a los políticos y al público a aprovechar los beneficios de acelerar la reducciones de emisiones de carbono a corto plazo de una manera que realmente tenga consecuencias'.