Madrid, 17 oct (RHC) Un equipo de investigadores liderado por la Universidad de Cambridge identificó a 500 años luz de distancia de la Tierra un sistema solar insólito formado por una estrella joven rodeada de cuatro planetas gigantescos.
De acuerdo con el artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, esta es la primera vez que se detectan mundos tan masivos (con tamaños similares los Júpiter y Saturno) en un sistema tan joven. Además, para aumentar su rareza, los planetas tienen las órbitas más extremas jamás observadas: el más externo está más de mil veces más alejado de la estrella que el más interno, lo que hace preguntarse a los científicos cómo pudieron formarse.
La estrella, llamada CI Tau, tiene solo dos millones de años, casi un bebé en términos astronómicos (el Sol es bastante viejo, tiene 4.500 millones de años), y está rodeada por un enorme disco de polvo y hielo. Este disco, conocido como protoplanetario, es donde se forman los planetas, lunas, asteroides y otros objetos astronómicos en los sistemas estelares.
Revela la publicación que los astrónomos sabían que la estrella era notable, pues contiene el primer Júpiter caliente, un planeta masivo que orbita muy cerca de su estrella madre, descubierto alrededor de una estrella tan joven. Aunque los Júpiter calientes fueron el primer tipo de exoplaneta que se descubrió, su existencia ha intrigado a los astrónomos porque a menudo se cree que están demasiado cerca de sus estrellas progenitoras como para haberse formado en ese mismo lugar.
El descubrimiento plantea muchas preguntas para los astrónomos. Alrededor del 1% de las estrellas albergan Júpiter calientes, pero la mayoría de los conocidos son cientos de veces más antiguos que CI Tau.
"Actualmente es imposible decir si la arquitectura planetaria extrema que se ve en CI Tau es común en los sistemas Jupiter calientes porque la forma en que se detectaron estos planetas hermanos, a través de su efecto en el disco protoplanetario, no funcionaría en sistemas más antiguos que ya no tienen ese disco", explica Cathie Clarke, profesora del Instituto de Astronomía de Cambridge y primera autora del estudio. (Fuente: ABC)