La Habana, 17 jun (RHC) Con resultados notables en la protección de paisajes para detener la degradación de la tierra y construir un futuro juntos, Cuba celebra hoy el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Un índice de boscosidad del 31 por ciento muestra los logros de la nación caribeña en sus programas de adaptación y mitigación al cambio climático y define también su compromiso con la reforestación de paisajes para 2030.
Fue ese el propósito por el que se unieron recientemente en la isla decisores de políticas ambientales de 23 naciones de Latinoamérica y el Caribe como parte de un proyecto gestado por Alemania en 2011 y nombrado Bonn Challenge (Desafío de Bonn), que busca restaurar 350 millones de hectáreas para 2030.
La nación caribeña destina importantes recursos financieros para estos fines, en los que se incluyen los asignados a las actividades de protección e incremento de los bosques, así como a la conservación de los suelos, pues cada año se pierden en el mundo 30 millones de hectáreas a causa de la degradación de los mismos.
Para lograr estos propósitos, se prevé en Cuba el fomento de 220 mil hectáreas de manglares, la implementación de sistemas agroforestales en 35 mil hectáreas, además de la restauración de 110 mil bosques y de 100 mil de otras tierras afectadas por la minería o aquellas muy erosionadas.
Así lo destacó durante el encuentro Bonn Challenge la presidenta del Comité de Coordinación Interministerial para el Fondo Verde del Clima, Irma Martínez.
Martínez también resaltó la protección de las costas y el manejo de cuencas entre los resultados más significativos de Cuba en el enfrentamiento al cambio climático.
La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, así como a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra.
Se estima que en 2045 alrededor de 135 millones de personas en todo el mundo hayan sido desplazadas como consecuencia de la desertificación, por lo que este 2019 la campaña para combatir el fenómeno -de cuya organización se encarga Turquía- pone de relieve los progresos globales en materia de gestión sostenible del suelo.
Cada 17 de junio se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, con el fin de concienciar acerca de las iniciativas internacionales para neutralizar la degradación de las tierras mediante la búsqueda de soluciones, con una firme participación de la comunidad y cooperación a todos los niveles.
(Prensa Latina)
