Moscú, 3 sep (RHC) El permafrost del Ártico ruso puede desaparecer en 10 años pues ya pasó el umbral de la estabilidad al comenzar a derretirse, afirmó Sergei Zimov, especialista de la estación de investigación nororiental de Yakutia.
Conocido como la capa de suelo permanentemente congelado, pero no siempre cubierto de hielo o nieve de las regiones muy frías o periglaciares, el permafrost de esa región se derrite de forma muy rápida, muy contrario a las previsiones que sostenían que su disolución sería dentro de 100 años.
Zimov, ecólogo de profesión, advirtió que el permafrost ártico no se está derritiendo de manera gradual como predijeron los científicos, sino de forma acelerada a consecuencias del cambio climático.
'Geológicamente hablando, se derrite prácticamente de la noche a la mañana', sentenció el experto.
En su opinión, por la velocidad inesperada del calentamiento del Ártico y las formas preocupantes en que se desplaza el agua del deshielo a través de paisajes polares, por cada grado centígrado que aumente la temperatura media de la Tierra, el permafrost podría liberar el equivalente a entre cuatro y seis años de emisiones de carbón, petróleo y gas natural.
'Es el doble o el triple de las proyecciones científicas de hace unos años. Dentro de unas décadas, si no reducimos el uso de combustibles fósiles, el permafrost podría ser una fuente de gases de efecto invernadero tan grande como lo es hoy China, el mayor emisor mundial', apuntó Zimov.
Agregó que el permafrost del Ártico ruso no solo es rico en CO2 sino también en metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el anhídrido carbónico.
Hasta hace poco, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas no había incorporado al permafrost en sus proyecciones, al subestimar su descongelamiento y las consecuencias que provocaría.(Fuente:PL)