Por: Lorenzo Oquendo

Los niveles mundiales del mar podrían subir más de dos metros para finales de este siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles continúan sin control.

Así precisa el estudio de especialistas en la Revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos donde especifican que para el 2 100 las inuncaciones marítimas pueden dejar bajo aguas amplias zonas de ciudades costeras y el desplazamiento de millones de personas.

La publicación también especifica que el derretimiento acelerado de las capas de hielo en Groenlandia y la Antárdida provoca aumento más rápido de la superficie del mar y sus desastrozas consecuencias posteriores.

Es un inminente peligro para nuevas generaciones que heredarán la irresponsable indecisión y lentitud de actuales representantes de grandes industrias y directivos gubernamentales para evitar el calentamiento global que causa el cambio climático.

Esta situación de crecimiento del nivel del mar no es el único impacto ambiental en nuestros días, por supuesto, están también los huracanes, tornados, sequías y fuertes lluvias  que igualmente aumentan en sus respectivas formaciones contra pueblos y áreas ecológicas.

El cubrimiento marítimo de zonas costeras en los pueblos realmente causará para estos próximos años degradación y pérdidas de recursos pesqueros, franjas coralinas, manglares protectores y otras afectaciones del cambio climático.

Es incuestionable que entre las principales prioridades del mundo actual esta evitar la catástrofe ambiental que se avecina con un ambiente térmico que amenza con sobrepasar los dos grados centígrados, a pesar del acuerdo de París por representantes mundiales y la sonante retirada del gobierno de Estados Unidos de ese pacto internacional.

Es preciso insistir en el requerimiento de preservar la salud de nuestros ecosistemas donde un millón de los ocho millones de especies del planeta están constantemente en peligro de desaparecer  por los impactos del cambio climático unido a la explotación de  recursos naturales.

Sin dudas, el tiempo ambiental que resta para impedir que el calentamiento global sea irreversible es lamentablemente muy poco porque los días son terribles en su avance planetario y cuando ocurra esa fase de posible adopción de medidas si ocurre, quizás sea demasiado tarde para rezonamientos que anteriormente debieron realizarse con el objetivo de tener un mundo libremente descontaminado.