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La Habana, 24 may (RHC) La descarbonización del proceso productivo global aborda, fundamentalmente, el reemplazo de combustibles fósiles por energías renovables, pero existen otros elementos vitales, explicó este martes Ramón Pichs, director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial de Cuba.
En declaraciones a la prensa subrayó Pichs que esa transición sería una de las vías, pero también debe pasar por la eficiencia y el ahorro energético, de manera que es necesario considerar la oferta, pero también la demanda.
Es impensable que como parte de esos procesos de descarbonización se pudieran sustituir los combustibles fósiles –mayores generadores de gases de efecto invernadero- por fuentes renovables de energía (FRE), subrayó el también Doctor en Ciencias Económicas.
Ello se debe, continuó, a que el empleo de determinadas FRE puede tener afectaciones ambientales adversas, y ante una utilización a gran escala de las llamadas energías limpias es necesario considerar las opciones desde el punto de vista de la demanda pues también podrían aparecer implicaciones severas.
Incluso la energía solar, y otras, también dependen de determinados recursos naturales para la construcción del equipamiento necesario como pueden ser las tierras raras o el litio, enumeró.
Un proceso de descarbonización sostenible debe considerar los efectos del lado de la oferta y de la demanda, en el entendido del ahorro y uso eficiente de esa energía, reiteró.
CUBA EN EL CONTEXTO DE LA DESCARBONIZACIÓN
En el caso de Cuba desde hace años se realizan grandes esfuerzos en materia de uso eficiente de la energía y de las FRE, apuntó.
A inicios de la década de los años 90 se realizó el plan de nacional de Energía, a partir de 2005 se llevó a cabo la llamada Revolución energética y más recientemente se impulsaron todos los programas sobre el uso de las renovables, recordó.
Sin embargo, en la isla los procesos de descarbonización se realizan en condiciones difíciles, marcadas por el efecto negativo del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, y por las restricciones monetarias y financieras que de él se derivan.
Esto está acompañado por la propia condición de país en vías de desarrollo, y por el encarecimiento del mercado petrolero tras el conflicto en Ucrania, añadió.
Pero mientras el mundo avanza con celeridad en dirección a ese proceso de descarbonización para Cuba cualquier retraso puede tener implicaciones negativas, alertó el experto.
En parte porque en la misma medida que el mundo se descarbonice pudieran generarse presiones proteccionistas y barreras para la entrada a los países de productos con alto contenido de carbono, indicó Pichs.
Además, podrían limitarse y afectarse los financiamientos para aquellas naciones que en lugar de promover las FRE u opciones de eficiencia energética respalden el empleo de combustibles fósiles.
Son elementos a tener en cuenta a la hora de avanzar con más menos celeridad en el proceso de descarbonización, remarcó.
La mayor de las Antillas aborda esos temas desde la legalidad, en la Constitución aprobada en 2019, en los documentos rectores de la estrategia socioeconómica del país, en el plan de Estado de la Tarea Vida (2017), y tiene identificada la adaptación como prioritaria para el país, detalló.
Cuba intenta avanzar, tiene voluntad política y programas para ello, pero la materialización de todo eso requiere financiamiento y tecnología, y además, tenemos la carga adicional que representa el bloqueo, concluyó. (Fuente: Prensa Latina).