La Habana, 29 feb (RHC) Medios especializados informaron este lunes que China inició la construcción de una planta transformadora de residuos en energía eléctrica en la ciudad de Shenzhen, con el objetivo de disminuir la cantidad de basura que genera.
La instalación, que podría entrar en funcionamiento en 2020, tratará un mínimo de 5.000 toneladas diarias, que suponen alrededor de un tercio de los residuos que genera esta megalópolis de más de 10 millones de habitantes.
De una forma similar a las centrales termoeléctricas, la planta funcionará como una incineradora de basuras pero, además de quemar, el mecanismo cuenta con un ciclo termodinámico que mueve alternadores y produce energía eléctrica a partir del calor que se genera en el proceso.
La idea del proyecto no solo es eliminar una gran cantidad de basura, sino proporcionar electricidad limpia y sostenible para la ciudad.