La Habana, 21 sept (RHC)- La mezcla de cinematografías, especialmente latinoamericana y española, deja hoy un sabor único que distingue a la cita de San Sebastián entre los certámenes fílmicos de todo el planeta.
Como en ediciones anteriores, el programa del festival incluye una selección de producciones de Latinoamérica dispersas en sus diferentes secciones.La mayor parte concurre en el apartado Horizontes Latinos, dedicado exclusivamente al cine de la región.
Ya se presentaron la colombiana X500, de Juan Andrés Arango; la chilena Aquí no ha pasado nada, de Alejandro Fernández; y La región salvaje, del mexicano Amat Escalante, mejor director en la cita precedente, en Venecia.
En ese mismo cartel, otras dos chilenas, Rara, de Pepa San Martín, y El Cristo ciego, de Christopher Murray -quien viene también de competir en la Mostra-; de Brasil, Era o Hotel Cambdrige, de Eliane Caffé; y de Venezuela, El amparo, de Robert Calzadilla.
De una treintena de largometrajes en total, dos producciones, El invierno, ópera prima del argentino Emiliano Torres y Jesús, de Fernando Guzzoni, compiten en la sección oficial, esta última con proyecciones que inician hoy.
El Premio Jaeger-Le Coultre al Cine Latino, a manos del actor mexicano Gael García Bernal, incluyó también la exhibición en la sección Perlas del filme biográfico Neruda, del chileno Pablo Larraín.
Mientras, el argentino Moroco Colman presenta nuevamente el largo Fin de Semana, fichada por Nuevos Directores, al igual que Pinamar, la película de su coterráneo Federico Godfrid.
De la región, destacan además otros seis filmes por terminar y 17 proyectos que participan del mercado de coproducciones y de la sección Cine en Construcción.Organizado por vez primera en septiembre de 1953 y conocido también por su nombre en euskera: Donostiako Zinemaldia, el festival es el más importante de los que se celebran en España sobre cine y uno de los más antiguos y prestigiosos de Europa.
(PL)