La Habana, 3 dic (RHC) Con música, danza y poesía, en Ecuador realizaron una Cantata en homenaje al líder histórico de la revolución cubana, quien a juicio de millones sigue hoy más vivo que nunca.
A sala llena, el Teatro Prometeo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, sirvió de sede para rendir tributo a Fidel Castro desde el arte comprometido con las causas justas y los procesos sociales.
Trovadores, grupos musicales, niños declamadores y cuerpos de baile formaron parte de un espectáculo atípico, dedicado a conmemorar la inmortalidad del líder cubano, quien quedó sembrado en el corazón del mundo tras su muerte el pasado 25 de noviembre.
El Conjunto de Cámara de la Casa de la Cultura, el grupo Sendero, el artista afroecuatoriano con su marimba Lindberg Valencia, los trovadores Stalin González y Leo Valenzuela, entre otros, hicieron de la noche un espacio de alegría, porque como muchos señalaron: Fidel vive y la lucha sigue.
Un momento especial llegó de las voces de los niños Samantha y Marcos Isaac, hermanos, hijos de padres cubanos radicados en Ecuador, quienes regalaron a los presentes el poema de José Martí: Los dos Príncipes.
A la Cantata asistieron funcionarios de la misión diplomática cubana en Quito, liderados por el embajador, Rafael Dausá, asambleístas, miembros de la Coordinadora Ecuatoriana de Amistad y Solidaridad con Cuba, médicos graduados en el archipiélago caribeño y público en general que se quiso unir al homenaje.
El presidente de la Casa de la Cultura, Raúl Pérez, quien fue parte de la comitiva que acompañó al presidente, Rafael Correa, al tributo póstumo de líderes mundiales y el pueblo cubano a Fidel Castro, en la Habana, comentó brevemente su experiencia.
Pérez resaltó la emoción que le causó escuchar la frase: Yo soy Fidel, durante el tributo al "Comandante" y se refirió a algunas de los logros alcanzados por Cuba bajo la dirección de su líder histórico.
María Augusta Calle, asambleísta ecuatoriana que también acompañó al Dignatario a rendir honores en territorio cubano, destacó cómo participar en el acto le sirvió para ratificar y fortalecer su compromiso de luchar por la revolución ciudadana en curso en este país sudamericano.
"Nunca pensé que podría ver tanta gente junta. Era un verdadero mar compacto de personas", dijo Calle sobre el impacto que le causó la concentración que encontró en la habanera Plaza de la Revolución, donde se le rindió tributo a Fidel Castro.
Por su parte, el embajador Rafael Dausá agradeció a los miles de ecuatorianos que plasmaron sus firmas en el libro de condolencias abierto en la sede diplomática, con palabras de cariño y aliento o evocando frases del líder cubano.
El mensaje que queremos hacerles llegar hoy no es sobre el fallecimiento de Fidel. Es sobre la vida de Fidel, sobre su legado y la necesidad de que no muera su obra revolucionaria y su espíritu indomable, aseguró. (PL)
