Londres, 25 dic (PL) La masacre sobre la etnia tutsi a manos de hordas de la mayoría hutu en Ruanda es una de las mayores obsesiones del pintor británico John Keane, y el argumento de su más reciente exposición.
Hasta el 14 de enero próximo, la galería londinense Flowers acoge la nueva serie de una obra dedicada a hurgar en los conflictos violentos de los seres humanos, intitulada Si me conocieras, si te conociera, no me matarías.
Keane se enfoca completamente en el genocidio racial de 1994, que terminó con la vida de un millón de personas en cinco meses, y en las formas de la población ruandesa para conmemorar y/o aceptar los terribles acontecimientos sin esquivar lo sucedido.
Predominan los fondos oscuros o neutros y una condición táctil de las piezas -devenida casi un sello de sus últimos trabajos- que resulta de la implantacióna en los lienzos de retazos o piezas de ropa encontrados en su peregrinar de 2015 por los emplazamientos y santuarios dedicados a recordar la matanza indiscriminada.
Apela también en esta colección a remarcar los aspectos más atroces del conflicto a través de una pila de machetes usados como la principal arma asesina empleada por las fuerzas paramilitares.
Durante más de dos décadas el artista de 62 años se ha dedicado a hurgar en los conflictos, principalmente armados, interesado en comprender por qué los seres humanos quieren matarse unos a otros con fines políticos, según ha explicado en reiteradas ocasiones.
Entre sus series más recientes figuran piezas centradas en la crisis de rehenes del teatro Dubrovka de Moscú, la prisión militar ilegal de Guantánamo o los rehenes decapitados por el Estado Islámico.