La Habana 26 DIC (CUBADEBATE-RHC) A pocos días de que concluya el año 2016, llegó Silvio Rodríguez, a su ciudad natal, para protagonizar el concierto 78 de la Gira por los Barrios, realizado en el Anfiteatro de San Antonio de los Baños, el cual fue reinaugurado por el trovador y sus invitados, en la tarde noche, de este viernes.
Como se ha hecho habitual, a lo largo de esta gira interminable, los asistentes al concierto no solo fueron vecinos, amigos de la infancia, conocidos y admiradores de su obra, que habitan en Ariguanabo, sino personas de diferentes generaciones y parajes de Cuba y otras partes del mundo, que ante la noticia del concierto, no quisieron perder la oportunidad, llegando al anfiteatro desde horas tempranas de la tarde, con el fin de ocupar los mejores lugares.
Idania González de 47 años, profesora de contabilidad y nacida en San Antonio, confesó muy emocionada, que llegó temprano, por que quería que el primer concierto de Silvio, al que asistiera su hija Diana, de 12 años, fuera con ella.
Recordó que siendo muy joven, cuando realizaba su tesis, algo que le obligó a trabajar en las zonas cafetaleras del país, estando en Guantánamo, visitó a un bar y escuchó sorpresivamente para ella, la canción Guajirito Soy, en ese instante sintió como si estuviera fuera de Cuba y se reencontrara con su terruño, con su infancia, con su verdadera identidad ¿cómo entonces no asistir al concierto de su coterráneo?
Idalia Núñez Pulido, de 21 años, estudia en la Universidad de La Habana, pero es vecina de Silvio, en San Antonio y desde las 12 del día quiso llegar al anfiteatro porque para ella el poeta, es genial y no le importan las horas que deba esperar para corear junto a él, una de sus canciones preferidas: Ojalá.
Omayra Valencia de 36 años, Colombiana, llegó desde Bayamo. Al enterarse de esta presentación, no dudó ni un momento en alistarse y lograr un pasaje, para luego de trece horas de viaje, ver en vivo por vez primera, a un artista, cuya obra viene siguiendo durante 14 años.
Bernardo Pénete, argentino de 29 años, en unión de tres colegas, que por primera vez visitan a Cuba, cuando le avisaron del concierto, decidieron asistir de inmediato.
Silvio, para él, es un referente de la revolución, sus canciones han sido motivaciones para todos los militantes sociales argentinos, más que un gusto personal, estar presente, también resulta un compromiso.
La argentina, Daniela de 21años, a quien le gusta mucho, Te doy una canción, asevera que ver al trovador cubano en su lugar de nacimiento, es para ella, una de los sucesos, más grandes de su vida, experiencia que no olvidará jamás.
Oscar Gómez y su familia, llegaron de México hace algunos días y decidieron visitar los estudios Ojala, es justo allí donde se enteraron de esta presentación, sin pensarlo dos veces, emprendieron el viaje desde Miramar, para disfrutar del poeta hecho canción.
Adrián Lorenzo Matos vino desde el Mariel, tiene 17 años y es primera vez que asiste a un concierto del autor de Mariposas, sus expectativas y emoción eran grandes.
Por su parte Miguel Ángel Mujica, de 58 años, nació, se crió y sigue viviendo en San Antonio, por eso decidió llegar bien temprano, para reservar asientos para toda su familia.
Asistir a este concierto es para él un asunto de amor propio, porque uno de los grandes orgullos de los Ariguanabenses, es precisamente, Silvio Rodriguez.
Gladys Paje, de 73 años, llegó a pie desde la salida del pueblo de San Antonio, donde vive, y aunque está operada de las dos rodillas, se siente feliz, pues le gustan todas las canciones del cantautor cubano.
Alberto Rodríguez de Puerto Rico, estudiante del último año de medicina, cuando se enteró del concierto, junto a varios colegas, también se sumaron a la expedición y sin importar horas de viaje, llegaron desde Villa Clara hasta Ariguanabo, pues resulta un privilegio ser testigos de la actuación de Silvio, quien para ellos es el artista más importante de Latinoamérica.
Así se fue conformando el público del concierto 78 de la Gira por los Barrios.
A las 6 de la tarde, subió al escenario el trovador, quien confesó, en sus palabras iniciales, que esta última presentación del año 2016, la realizaba en San Antonio porque un grupo de amigos que se hacen llamar “Los amigos del río”, se encuentran en una ofensiva, en estos momentos, de crear conciencia, de darle impulso al sentimiento, al sentido de pertenencia de todos los Ariguanabenses con su río- aseverando – que si no lo hacemos ahora, ya no lo vamos a hacer, porque el río presenta visibles daños y deterioro. No solo el río sino también los bosques que le rodean. De ello hablará en este escenario un amigo de toda la vida Giraldo Alayón.
Acto seguido anunció que la primera parte del concierto, estaría a cargo de sus invitados, el grupo Yaguar, oriundo de San Antonio y fundado hace 42 años, quienes interpretaron con acierto y autenticidad Guajirito Soy, La Gota de Rocío, Imaginada, Venga la esperanza, Se perdió en Nicaragua de la autoría de Silvio al que se sumó el poema “Motivos” de Rubén Martinez Villena musicalizado por Tammy López.
La segunda parte de esta actuación asumida por Silvio y su tropa, conformada esta vez por: Jorge Aragón, al piano, Oliver Valdés, en la batería, Emilio Vega, en el vibráfono y la percusión menor y Jorge Reyes en el contrabajo, fue precedida por Giraldo Alayón, Doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Museo de Historia Natural de Cuba quien en principio dio lectura a un mensaje del poeta Víctor Casaus, explicando su imposible asistencia, para luego dar a conocer al público la importancia y el compromiso de salvar al río Ariguanabo, y la donación de libros por parte del sello editorial Ojalá y las Ediciones Memoria del Centro Pablo de la Torriente, a la biblioteca de la Escuela Primaria José Marti.
Luego de ese momento, la magia de la música y la poesía, ocuparon espacios protagónicos, que definitivamente se convirtieron en memorables para el público asistente.
Una canción de amor esta noche, Balada de Elpidio Valdés, El reparador de sueños, Día del agua, Querer tener riendas, Pequeña Serenata Diurna, entre otras canciones, unidas a 4 nuevas, entre ellas: Viene la cosa, Para no botar el sofá, De pronto la tatagua y Quería saber, estrenados en esta ocasión, conformaron el repertorio del concierto, que concluyó con el emblemático tema Ojalá, coreado por todos.
Una vez más Silvio y los músicos que le acompañan unido a su tropa invisible e imprescindible, volvieron a demostrar lo importante que resulta, para los cubanos, esta gira interminable, no solo porque permite disfrutar de la calidad y el alto sentido estético y cultural de la propuesta, sino porque constituye un espacio para la reflexión sobre los valores humanos, la solidaridad, y la propia vida.
Mucho más, en estos últimos días de diciembre, en que la sensibilidad nos ilumina, en que hacemos un resumen de lo acontecido durante el año, de las alegrías y tristezas, de los retos que nos esperan y de lo que debemos defender en el porvenir.
Justo por esa y otras tantas razones, en las que se incluyen, desde salvar un río hasta salvar un alma, es que se agradece tanto escuchar, corear y disfrutar de la obra musical y humana, del trovador de la revolución cubana.