Moscú, 27 may (PL) Cautivar a un público como el ruso está lejos de ser tarea fácil, pero Acosta Dance logro hacerlo y lo dejó, además, deseoso de disfrutar hoy su tercera y final aparición en el capitalino teatro Mossovet, con un regalo de fusión danzaría.
En un proyecto hecho realidad, la compañía del bailarín cubano Carlos Acosta creó el silencio necesario de la atención en el público, que premió con largas ovaciones cada una de las puestas en escena de una compañía con apenas dos años de creación.
Durante la segunda etapa de su primera gira internacional, Acosta Dance presentó en el XIII Festival Internacional de Teatro Anton Chejov la conocida obra El Camino sobre el Niágara, con coreografía de Marianela Boan.
Además, se presentó el duo Fauno, del belga Sidi Larbi Cherkaoui, la obra Alrededor no hay nada, de Goyo Montero, con un texto hablado como sonido acompañante, y el solo Two, de Russel Maliphant, interpretado por Carlos Acosta.
La segunda parte del espectáculo se inclinó al movimiento del ballet con el clásico Carmen, basado en la novela de Prosper Merimee, en una versión explosiva de Costa Dance que arrancó aplausos del público en cada pausa.
El elenco de 50 bailarines inició su primera gira internacional en Polonia y después de cerrar esta jornada sus actuaciones en el referido festival, se presentará en Norueg