Por Fausto Triana/PL

El sensacionalismo se ha mantenido en la cornisa a la espera de un salto poderoso, pero ahora parece inminente que cederá espacio a una terrible verdad: Pablo Neruda fue asesinado hace 44 años.

Fuentes dignas de crédito adelantaron a la agencia Prensa Latina (PL) que la noticia, a confirmarse al final de la tarde por un Panel Internacional Forense, repetirá el recurrente título de Gabriel García Márquez, la Crónica de una Muerte Anunciada.

“Era una figura muy importante, dispuesta a liderar la oposición desde el exterior contra la dictadura de Augusto Pinochet, pero Pinochet no lo permitió”, reiteró a PL Manuel Araya, el otrora chofer y ayudante personal del poeta.

El Panel Genómico-Proteómico, integrado por peritos de seis países, no tiene facultades directas en jurisprudencia. Por lo tanto, se limitará a presentar sus conclusiones al juez Mario Carroza.

Ministro en Visita Especial en el caso de la investigación de la muerte de Pablo Neruda, el magistrado Carroza fue quien ordenó en 2013 la exhumación de los restos mortales del Premio Nobel de Literatura.

La primicia que se ha manejado esta semana ante científicos de Canadá, España, Francia, Dinamarca, Estados Unidos y Chile es el análisis de un molar, un fragmento de la tibia y otro del fémur de las osamentas del vate.

Mostrado en un revelador reportaje de la cadena Chilevisión, el trabajo en el laboratorio del Centro de ADN de la Universidad de Hamilton, Ontario, será a todas luces clave en la investigación.

“Hemos estado frente a restos de muchas víctimas, pero ninguna con rostro. Este es, sin embargo, un caso con rostro y de nombre ilustre, Pablo Neruda, cuyos poemas mi esposa y yo leímos muchas veces”, dijo a PL el doctor Hendrik Poinar.

Hendrik y su esposa Debi dirigen en Ontario, Canadá, uno de los laboratorios más importantes del mundo en la investigación de vestigios de personas y animales.