Por Marilyn Bobes
El cantautor cubano Amaury Pérez Vidal acaba de grabar un disco que, sin lugar a dudas dará mucho de qué hablar a los cubanos y a todos los que conozcan la obra de ese gran pianista y compositor cubano que es José Manuel Solís (Meme).
En un encuentro ocurrido en Estados Unidos, Pérez reencontró al hombre que, según sus palabras, fue el que decidió su vocación de músico cuando era un niño, en el Hotel Internacional de Varadero donde su madre, la famosa animadora Consuelito Vidal, trabajaba en un show de cabaret en el que también se presentaba el Cuarteto Los Meme.
Esta última agrupación vocal fue el gran suceso de Cuba durante toda la década del sesenta por su estilo juvenil, la excelencia y prestancia de sus integrantes entre los cuales una mujer, Farah María, se convirtió en todo un símbolo sexual gracias a su belleza y sus elegantes poses escénicas.
Meme Solís había nacido en 1939 en la actual provincia de Sancti Spíritus y estudiado el piano en Santa Clara, donde debutó como pianista acompañante de Olga Guillot en el Teatro Cloris.
A los 17 años se trasladó a La Habana, donde se impuso como excelente ejecutante de su instrumento y ganó fama acompañando a solistas de la talla de Esther Borja, Rosita Fornés, Alba Marina y la ya mencionada Olga Guillot.
Pero se le recuerda de manera especial junto a la gran Elena Burke, quien durante toda su vida interpretó canciones compuestas por Meme, una verdadera gloria de la música cubana por sus baladas de armonías complejas y textos impecables.
En 1960 organiza su propio cuarteto, Los Meme, que, aunque tuvo intérpretes anteriores consolidó su prestigio con las voces de Miguel Ángel Piña, Héctor Téllez, Farah María y su director, quien después de desintegrado el grupo trabajó en centros nocturnos de la playa de Santa María del Mar antes de viajar en 1987 a Madrid.
Posteriormente, Meme Solís se instaló en Nueva York, donde vive actualmente y donde lo reencontró Amaury Pérez, que quedó maravillado por sus nuevas composiciones.
De esta manera surgió la idea del disco que el autor de Acuérdate de abril acaba de concluir en los estudios de la Egrem y al que Solís parece haber dado su aprobación.
Las notas del disco, escritas por Sigfredo Ariel, nos cuentan que “buena parte de este disco encuentra a un Meme Solís casi—por no decir totalmente—desconocido por el gran público de su país.
Quizás hubiera sido cómodo para Amaury —afirma Ariel—reunir en este disco tan solo una docena de los grandes éxitos de los días en que el cuarteto de Meme imperaba sobre el gusto de los pepillos y pepillas de al menos cuatro décadas atrás.
Pero Amaury —añade— es un hombre arriesgado que no suele escoger camino fácil ni campo trillado para andar.
Coincido con el poeta y musicólogo en que Amaury hace que parezcan fáciles canciones que son francos tour de force, con el impulso de su interpretación, de su sinceridad.
Mención aparte merecen los arreglos de Juan Carlos Cerito y el esplendoroso piano del joven Víctor Campbell. Todo remitido a una atmósfera romántica pero de muy candente actualidad.
Amaury interpreta a Meme sin traicionarse a sí mismo ni al compositor y tiene el gran mérito de rescatar para los que vivimos en Cuba a un músico que pertenece, sin lugar a dudas, al patrimonio musical de una nación que se extiende más allá de sus fronteras.
Dice Sigfredo Ariel que “este es un disco para fatigar con agrado los equipos de música, con mucho que descubrir y agradecer a dos artistas hechos y derechos que se dan la mano en 12 oportunidades bien maduras, en la coincidencia y devoción artística”, mientras califica el hecho como un “acto de justicia cubana”.
Yo, que tuve la oportunidad de escuchar esta joya varias veces, les aseguro que nadie quedará defraudado. Incluso los nostálgicos de Los Meme tendrán la oportunidad de escuchar un bien hilvanado popurrí con música de los sesenta.
Y finalizaré diciendo que auguro a esta producción musical un éxito que trascenderá, seguramente, más allá de las fronteras de Cuba.
(Tomado de la revista Más Cuba) http://www.revistamascuba.com
