La Habana, 30 ago (RHC) Una exposición dedicada a las constituciones nacionales se muestra a los visitantes en el Salón Martí del Archivo Nacional de la República de Cuba (ARNAC), el quinto de su tipo en América Latina desde su fundación en 1840.
Sobresalen entre ellas las originales de Jimaguayú, de 1895, y la de 1940, informó a la Agencia Cubana de Noticias la Máster en ciencias, Martha Marina Ferriol Marchena, directora de la institución, ubicada en el municipio capitalino de La Habana Vieja.
También se exponen copias de las de Guáimaro, de 1869; la Yaya, de 1897; la de 1901 y la de 1976, aprobada esta última por el 96 por ciento de la población en edad electoral y proclamada el 24 de febrero de ese año en acto solemne y público.
Solo durante el siglo XIX los cubanos aprobaron cuatro constituciones desde la primera el 10 de octubre de 1869 para proclamar la libertad de los esclavos, apenas un año después de que el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874), liberó a sus cautivos y dio a conocer la declaración de independencia, conocida por Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla en su ingenio Demajagua, actual municipio de Manzanillo, en la provincia de Granma.
Aquella Carta Magna, con un preámbulo y 29 artículos y sancionada en la localidad de Guáimaro, Camagüey, el 10 de octubre de 1869, sentó las bases de un gobierno nacional y reconoció la importancia de las luchas por la liberación nacional hasta la total independencia.
Una década más tarde, Antonio Maceo Grajales, Mayor General del Ejército Libertador, protagonizó el 15 de marzo de 1878 la Protesta de Baragua, en los Mangos de Baragua, en Santiago de Cuba, donde evidenció su negativa de aceptar el convenio de paz del Pacto del Zanjón.
Sin embargo, 28 años, entre 1869 y 1897, en las regiones insurrectas surgieron cuatro sistemas jurídicos y de ellos tres en la antigua villa de Santa María del Puerto del Príncipe, el Camagüey, tierra natal de Ignacio Agramonte y Loynaz (1841-1873), otro célebre abogado, Mayor General del Ejército Libertador cubano conocido por El Mayor, uno de los líderes más sobresalientes de la Guerra de los Diez Años.
La tercera Carta Magna, de 24 artículos, irrumpió en ese mismo territorio el 16 de septiembre de 1895 en Jimaguayú, precisamente donde cayó en combate El Mayor, cuando su Asamblea Constituyente dotó a la República en Armas del gobierno para dirigir la guerra por la independencia de Cuba y estableció una constitución provisional.
La experiencia de 10 años de lucha anticolonialista sirvió de mucho para la preparación de la guerra necesaria promovida por José Martí, el Héroe Nacional de Cuba e incluso estableció un plazo de dos años para ganarla o, de lo contrario, debía convocarse a otra constituyente.
Así ocurrió el 10 de octubre de 1897, en La Yaya, actual Monumento Nacional de Camagüey, donde del cinco al 30 de octubre de 1897 sesionó la Asamblea de Representantes de la Revolución, que redactó y promulgó la cuarta Ley de Leyes, de cinco títulos.
En el siglo XX la tradición jurídica nacional retomó su cauce y una nueva constitución surgió en 1901, aunque con la llamada Enmienda Platt, que oficializó la intervención de Estados Unidos, a pesar de los representantes mambises en la Asamblea Constituyente.
La más avanzada de la Ley de leyes para América Latina en su época la firmaron en Guáimaro el 10 de octubre de 1940, pero los gobiernos respectivos nunca cumplieron sus objetivos.
Por primera vez, gracias al legado histórico, el 96 por ciento de la población aprobó una carta magna, la de 1976, a partir de la cual se sucedieron reformas hasta el actual proyecto, sometido a consulta popular hasta el 15 de noviembre próximo.
Fundado el 28 de enero de 1840, el ARNAC es el quinto de su tipo en América Latina, que en un inicio se llamó Archivo General de la Real Hacienda, y luego surgieron los de Argentina (1821), México (1823), Bolivia (1825) y Brasil (1838).(Fuente:ACN)