La Habana, 21 dic (RHC) La artista cubana más reconocida a nivel mundial, Alicia Alonso, cumple hoy 98 años de vida mientras la compañía que dirige ensaya uno de sus clásicos favoritos, El lago de los cines, obra ineludible en su carrera.
Aunque parezca una redundancia merece reconocimiento, Alonso dedicó su vida a la danza, primero a formarse como una bailarina respetable, luego a conformar un estilo propio, y después a perpetuar el ballet dentro de la cultura cubana, como parte integrante y ya inseparable de esta, destaca Prensa Latina.
Junto a los hermanos Fernando y Alberto Alonso, fundó la primera compañía profesional de ballet en Cuba, hace 60 años, cuando ese arte era escasamente comprendido en las sociedades latinas.
Pese a las contradicciones sociales, políticas y de salud que padeció, la decisión y valentía de esta mujer la hicieron persistir en elevar su rango de bailarina.
Alonso respaldó la revolución social en Cuba iniciada en 1959, y se alzó sobre prejuicios e ideologías burguesas para llevar su arte al pueblo, a las fábricas, los campos, un bosque, un valle, cualquier calle.
En el mundo de la danza cobró fama por sus prodigiosos giros y la manera particular de adueñarse de la técnica, se convirtió en protagonista de leyendas.
Todavía algunos hablan de la quinta Alonso para aludir una posición específica de los pies, mientras los viejos amantes del ballet atesoran especialmente las veces que la vieron transformarse en Giselle y en Carmen.
A sus 98 años de edad, la artista continúa activa como maestra, coreógrafa y directora del Ballet Nacional de Cuba y del Festival Internacional de Ballet de La Habana, en el cual participan los más renombrados bailarines del planeta.
Pocos calculan su amor por los animales, en especial, una gran pasión por los perros, y el extraordinario sentido del humor que la indujo a gastarle bromas a algunos de sus partenaires en escena.
En la juventud, pintó algunos cuadros y desde niña amó el color azul y la literatura universal.
Además, siempre rechaza la posibilidad de que los humanos habitemos solos este universo y cuenta entre sus añoranzas la de poder sentarse en el Malecón de La Habana a tomar el fresco y disfrutar un espectáculo de olas, pues la fama le impide pasar desapercibida.
El conjunto que aún dirige repondrá el más popular de los ballet, El lago de los cisnes, en enero, en el Gran Teatro de La Habana que desde 2015 añadió a su denominación el nombre de la insigne artista.
Los aplausos y ovaciones con que el público cubano recibe a Alonso a su llegada allí o a cualquier teatro del país, también erigen historia difícil de igualar.
(Prensa Latina)