El Cairo, 26 mar (RHC) Asombrosamente en solitario permanencen las icónicas pirámides de Giza en Egipto las cuales son visitadas exclusivamente por expertos en labores de esterilización protegidos con guantes y mascarillas.

La hasta hace poco concurrida planicie admirada por millares de viajeros cada día, repleta de camellos y vendedores, permanece en silencio desde que el gobierno egipcio decretó el cierre de todos los museos y sitios arqueológicos para enfrentar la pandemia de la Covid-19.

Dicho lugar contiguo a El Cairo, abriga a la gran pirámide de Keops, única sobreviviente de las siete maravillas del mundo antiguo, que junto a sus vecinas Kefrén y Micerinos fue reconocida por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura como Patrimonio de la Humanidad.

A fin de higienizar el enclave, uno de los imperdibles asociados a la civilización faraónica en el gigante árabe, el Ministerio de Antigüedades envió brigadas de trabajadores encargadas de acometer esas labores, confirmó el portal digital Egypt Today.

Las tareas son ejecutadas siguiendo las normas internacionales y abarcan carreteras de acceso, entrada principal, sala de recepción, taquillas, pasarelas, y las restantes áreas del conjunto que data de varios milenios.

El período de relativa inactividad, será utilizado también para rehabilitar espacios y mejorar las condiciones del escenario turístico, añadió la misma fuente.

Según el titular del sector, Khaled El-Anany, el cierre de las instalaciones hoteleras en los polos del mar Rojo, Sinaí del Sur y Lúxor, ese último abriga a la necrópolis del Valle de los Reyes, permite desarrollar faenas de higienización ante el peligro que representa la neumonía provocada por el nuevo coronavirus, presente en 24 de las 27 provincias.

La disposición abarca a hoteles y hostales de la nación, falucas y cruceros sobre el río Nilo.

De febrero a la fecha fueron diagnosticadas como portadoras del Covid-19 más de 400 personas en territorio egipcio, una parte de ellas turistas extranjeros.

De acuerdo con recientes estadísticas, una veintena perdió la vida a causa de la pandemia.

Ante tal realidad, el gobierno decidió cancelar los vuelos internacionales hasta mediados de abril, eventos masivos, reuniones, así como suspender clases en colegios y universidades.

Siguen cerradas iglesias y mezquitas, y desde este miércoles entra en vigor un toque de queda nocturno.

La megalópolis cairota, habitualmente ruidosa y de tormentoso tráfico, parece deshabitada la mayor parte del tiempo pues su gente prefiere quedar en casa, sobre todo cuando por decreto gubernamental muchos pueden trabajar en la modalidad a distancia. (Fuente: Prensa Latina)