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Por Miladys Borges.

Desde su poesía y apropiándonos de su radiante metáfora, Alex Fleites es un griot que va nombrando las cosas. Uno de sus más recientes libros, Ángel con ala rota, conquistó el Premio Nacional de la Crítica Literaria 2020, otorgado por el Instituto Cubano del Libro.

Acerca de este volúmen, publicado por Ediciones Matanzas y con  poemas ágiles que  tienen la levedad del agua entre los dedos -al decir de la propia casa editorial- , su autor explica lo siguiente:

-A algunos les parece enigmático el título y me preguntan : ¿Por qué Ángel con ala rota?, pues es el nombre de una escultura en bronce del artista cubano Juan Vicente Bonachea, ya fallecido,  que fue mi amigo.

Alex Fleites, autor de Ángel con ala rota (Ediciones Matanzas 2019). Foto: Amanda Fleites

Bonachea era un ser luminoso, lleno de imágenes hermosas por plasmar, pero su vida personal era la de un hombre atribulado, que cargaba el dolor de tener un hijo con una severa enfermedad. Entonces,  Bonachea es ese mismo ángel de su escultura y, al mismo tiempo, es la imagen más cabal que yo conozca de lo que es un artista que puede extraer belleza hasta de su propio dolor.

Desde el inicio de mi  frecuentación de la poesía, allá por 1974, me he preguntado por la necesidad del artista y por el  desgarramiento y honradez que su obra exige. Creo que es el tema central de todo lo que hago. Aunque los problemas parezcan indagar diversas temáticas, siempre vuelven  de una forma velada a este punto: para qué se escribe, para quién se escribe, por qué se escribe.

No sé cuanto de ruptura y de continuidad puede haber en Ángel con ala Rota con respecto a mis titulos anteriores .Yo no escribo libros, sino poemas que luego se agrupan bajo un título que intenta darles sentidos. Es un discurso que se organiza con fragmentos y que responde a las mismas obsesiones que no mutan con el tiempo:  la fugacidad de la vida, la ruptura del precario equilibrio que son las relaciones interpersonales y sociales, el sentido de pertenencia a una tradición, a un ámbito geográfico, a una cultura y a una historia que costruyeron otros antes de nosotros.

No sé lo que puedan encontrar los lectores en mis libros. Voy a decirles lo que yo quisiera que encontraran: compañía, muchísimas dudas, tensión en las palabra, verdad, algo de belleza. Yo pienso que vivier es hacerse preguntas. También creo, en esa misma línea de pensamiento,que  vivir bien es hacerse buenas preguntas. Lo repito,  estoy hablando de aspiraciones. Ojalá algo de esto se cumpla.