Panamá, 24 ene (PL) La severa sequía que se mantiene hoy sobre el sur de Panamá, enfrenta las carencias al derroche de agua en los próximos carnavales con los llamados "culecos", una suerte de tradicional baño masivo con camiones cisternas.

La ciudad de Los Santos, en la sureña península de Azuero, celebrará en febrero próximo las fiestas más famosas del país mientras sufren durante 23 meses continuos una temporada seca como parte de los efectos del fenómeno El Niño.

Entre los perjuicios principales están la reducción de los cauces de los ríos y en consecuencia serias dificultades para las potabilizadoras, la casi desaparición de los abrevaderos para el ganado y pobres resultados agrícolas de las últimas cosechas.

La situación que perjudica a parte de la vertiente panameña en la ribera del Océano Pacífico, es más cruda en Azuero, donde instituciones estatales buscan soluciones emergentes como la perforación de pozos (la tercera parte fracasó), creación de reservorios y otras medidas para paliar la intensa sequía.

Cifras oficiales fijan en 72 millones de dólares las pérdidas económicas hasta el momento, en cultivos y ganado vacuno, mientras las estimaciones es que a esta cifra pudieran sumarse al menos otros 102 millones en el primer semestre de 2016, por iguales conceptos.

Pero, el alcalde de Las Tablas, Noé Iván Herrera, aseguró que sí habrá "mojaderas" (culecos) durante el carnaval y refirió algunas normas para "ahorrar" agua con el llenado de los carros cisternas "solo" a la mitad de su capacidad, y regar sobre la multitud 378 mil litros.

"El problema más grande que tenemos nosotros es la falta de agua para la comunidad; lo que sí es claro, que la población que viene al distrito de Las Tablas no va a encontrar agua 24 horas en ninguna parte, va a llegarle agua esporádicamente", advirtió.

"La actividad se va a dar porque nosotros no estamos facultados por ley para suspender un Carnaval", dijo.

Situaciones similares tienen otros territorios azotados por el fenómeno climatológico, por lo que autoridades gubernamentales orientaron no utilizar agua potable para la diversión y regularon los sitios donde se podrán llenar los carros cisternas, a fin de de que la afectación sea la menor posible.

Por su parte, Plinio Rodríguez, hidrólogo de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa), aseguró al canal TVN-2 que la demanda de agua aumentará en los pueblos donde se efectuará el jolgorio, por lo que la capacidad de las plantas potabilizadoras podría verse afectada.

Criterios discordantes que minimizan los efectos los expresó José Carlos Espino, miembro de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), quien opinó que los culecos no inciden para nada en la crisis del agua que afronta el país.

Aseguró que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) ha proporcionado cifras de los millones de galones de agua que se pierden por fugas y que para carnavales el consumo sería de 34 millones 68 mil litros, lo que gasta la ciudad capital en 12 horas.