Tokio, 18 oct (RHC) Una creciente preocupación y polémica en torno a los elevados costos de los Juegos de Tokio 2020 derivó hoy en una reunión entre autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI) y de Japón, para analizar la problemática.
Al concluir el encuentro entre el presidente del COI, Thomas Bach, y la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, se dio a conocer que para finales de octubre estará tomada la decisión definitiva sobre el posible cambio de tres sedes para los Juegos.
Koike y Bach aseguraron, en declaraciones recogidas por la cadena pública NHK, que, una vez se adopte la nueva postura, un comité multilateral analizará con detalle el tema de sobrecostes que rodea al proyecto olímpico tokiota en el último año.
Recientemente, un panel establecido por la gobernadora propuso cambiar las sedes para el remo y el piragüismo, el voleibol y la natación y utilizar instalaciones existentes para ahorrar en costes de construcción y mantenimiento, algo que no gustó al comité organizador de Tokio 2020.
La propuesta que más rechazo despertó es la de desplazar remo y piragüismo hasta el lago Naganuma, unos 350 kilómetros al norte de esta capital.
Koike, que llegó a su cargo el pasado 31 de julio, insistió en que las Olimpiadas se inflen en hasta 3 billones de yenes (26 mil 180 millones de euros) por encima de lo presupuestado, tal y como estimaron informes de su equipo de Gobierno.
Bach recordó que Tokio se impuso a otras ciudades porque presentó un proyecto olímpico muy convincente y restó importancia a los temas presupuestarios, ya que consideró que hay margen para reducir costes a tiempo.
En tanto, varios rotativos publicaron una comprometedora información en la que se asegura que Tokio 2020 habría enviado propuestas con costes inflados precisamente para el Sea Forest Waterway, instalación concebida para el remo y el piragüismo.
Por otro lado, las dudas en los expertos sobre las consecuencias no tan buenas que dichos gastos tendrán para la economía, y por tanto, para la sociedad de Japón, son cada vez mayores, sobre todo, en el momento actual, definido como de crecimiento negativo.
Durante la última década, según los reportes oficiales, las recesiones son recurrentes, con caídas del producto interno bruto japonés para todo 2009 y 2011.
Y el año pasado las cifras del crecimiento económico tampoco resultaron ser muy alentadoras (un 0,2 por ciento).
Afirman los especialistas que Tokio, como primera clave del análisis, sigue presentando un problema crónico de estancamiento que dura ya desde la década de 1990.
Si bien se espera un repunte del 1,4 por ciento para 2016, la economía nipona crecerá solamente tres décimas en 2017, según los últimos datos publicados por el Bank of Japan (BOJ).
En ese contexto, la opinión pública levanta cada vez más la polémica en torno al gasto para las Olimpiadas, que si bien siempre suponen una fuente importante de ingresos para el país sede, no está claro que sea del todo sostenible para Japón, a menos que la cuestionada actual política económica del primer ministro Shinzo Abe escape finalmente del denominado binomio maldito recesión-deflación.
(Tomada de Prensa Latina)