Culiacán, México, 3 feb (PL) La magia de los Alazanes de Granma, representantes de Cuba en la Serie del Caribe de béisbol, emerge desde los cinco sentidos del receptor Frank Camilo Morejón, un hombre de brazo bien dotado y virtuoso con la mascota.

La fórmula para ser un buen receptor es trabajar y trabajar todos los días, atender a cada consejo, interiorizarlo y después materializarlo, llevarlo a la práctica desde los mismos entrenamientos, remarcó en exclusiva con Prensa Latina.

El máscara de La Habana enfatizó que su 'fortaleza radica en jugar siempre a full, al doble de las posibilidades. Todos tenemos virtudes y defectos, siempre hay algo que mejorar, pero solo el que más trabaje logrará ser mejor cátcher', dijo.

Cuba debutó el miércoles con victoria por blanqueada 4-0 contra los Tigres del Licey en la Serie del Caribe de 2017, con sede en el Nuevo Estadio de los Tomateros de Culiacán, y Frank Camilo se llevó muchos elogios de expertos y scouts presentes en la velada, por sus excelentes cualidades con la mascota y su habilidad para dirigir y encauzar a los lanzadores.

Esa victoria sube aún más la autoestima de este equipo, que venía de ser campeón de Cuba de manera contundente y contra todos los pronósticos, explicó Morejón, la mano derecha del manager Carlos Martí, su extensión en el terreno de juego.

Camilo, con 13 temporadas beisboleras en sus costillas, evitó cualquier vestigio de conformismo y falsas expectativas por ese triunfo ante el Licey y llamó a la cordura para afrontar los siguientes partidos del calendario competitivo.

Hay que seguir luchando. Ese apenas fue el primer partido, no podemos creernos cosas, debemos seguir enfocados y seguir creyendo. Solo ganamos una batalla pero la guerra es muy larga todavía, advirtió el receptor de Cuba en el III Clásico Mundial, en 2013.

Tras descansar en la jornada del jueves, los Alazanes enfrentarán este viernes a los boricuas Criollos de Caguas y luego deberán batallar contra dos equipos de Águilas, primero ante las venezolanas del Zulia y luego, el domingo, frente a las de Mexicali.